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Alergia a la leche.

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Alergia a la leche.


¡Los gritos de su bebé la están enloqueciendo! ¿Esta agitación que sufre el bebé puede ser normal o podría ser una señal de que algo más está ocurriendo? Casi todos los bebés sufren de irritabilidad y falta de sueño en ocasiones, pero si usted está alimentando a su bebé con biberón y él o ella parece estar excesivamente irritable gran parte del tiempo, quizá esté padeciendo una alergia a la leche de vaca.

Muchos de nosotros hemos oído hablar acerca de la intolerancia a la lactosa (la incapacidad de digerir el azúcar propio de la leche), pero hay otro problema relacionado con la leche que es menos conocido: la alergia a las proteínas de la leche de vaca. Entre el 1% y el 7,5% de los bebés son alérgicos a las proteínas presentes en la leche de vaca y en las fórmulas elaboradas con leche de vaca. Cerca del 80% de las fórmulas que se venden en el mercado se elaboran con leche de vaca.¿Qué es la alergia a las proteínas de la leche de vaca?.

La alergia a las proteínas de la leche de vaca (también llamada alergia a las proteínas de la fórmula láctea) significa que el sistema inmune del bebé (o el niño o adulto) tiene una reacción anormal a las proteínas presentes en la leche de vaca con la que se elaboran las fórmulas infantiles estándar. Aproximadamente entre el 30% y el 40% de los bebés que son alérgicos a la leche de vaca también son alérgicos a las proteínas presentes en las fórmulas a base de soja. El sistema inmune del bebé "ataca" las proteínas presentes en la leche ocasionando síntomas de una reacción alérgica.

Los investigadores no comprenden del todo las causas de la alergia a los alimentos ni las razones por las cuales algunos niños sufren alergias que no se observan en otros niños. Sin embargo, según Heidi Kecskemethy, una dietista pediátrica, "se ha demostrado mediante estudios que los bebés alimentados con leche materna corren un menor riesgo de sufrir alergias que los bebés alimentados con leche de vaca o de soja". Se cree que en muchos casos, este tipo de alergia es provocado por una combinación de factores genéticos que se transmiten de padres a hijos y la temprana introducción de las proteínas de la leche de vaca o de soja en la dieta de un bebé.

Signos y síntomas:

Por lo general, los síntomas de alergia a las proteínas de la leche de vaca aparecerán en los primeros 6 meses de vida. Un bebé puede presentar síntomas de uno de los dos tipos principales de reacciones alérgicas a la leche de fórmula o de ambos tipos: reacciones de aparición rápida o reacciones de aparición retardada.

La reacción de aparición rápida se presenta repentinamente acompañada de síntomas que pueden incluir respiración sibilante, vómitos, urticaria, anafilaxia (una reacción alérgica súbita y grave en todo el cuerpo), angioedema (acumulación de líquidos en los tejidos corporales que provoca inflamación) y la erupción de ronchas que causan picazón en la piel.

La reacción retardada es el tipo más común. Entre los síntomas podemos mencionar las heces poco consistentes(posiblemente con sangre), vómitos, irritabilidad o cólicos e incapacidad para aumentar de peso y crecer normalmente. Este tipo de reacción es más difícil de diagnosticar debido a que los mismos síntomas pueden ocurrir con enfermedades distintas a la alergia. La mayoría de los niños superarán esta forma de intolerancia antes de cumplir los 2 años de edad.

Si los síntomas de un bebé se deben a la intolerancia a la lactosa (una sensibilidad a los carbohidratos presentes en la leche) y no a la intolerancia a las proteínas, entre los síntomas podría observarse un abdomen inflamado o de mayor tamaño, dolor estomacal, exceso de gases y diarrea.¿Cómo se diagnostica?.

Si usted sospecha que la perturbación en la conducta de su bebé se debe a una alergia a las proteínas de la fórmula láctea, lo primero que debe hacer es concertar una cita con el médico de su bebé. Puesto que este problema recibe con frecuencia un diagnóstico equivocado y se le confunde con agitación o irritabilidad normal, es importante descartar otros problemas y obtener un diagnóstico específico.

La consulta médica para evaluar estos síntomas puede comenzar con algunas preguntas de su médico respecto a los antecedentes de intolerancia o alergia a los alimentos en su familia. Seguidamente, se le hará un examen médico a su bebé. Considerando que algunos síntomas de la alergia a las proteínas también están presentes en otras enfermedades, pueden efectuarse una o varias pruebas de laboratorio para aclarar de qué tipo de enfermedad se trata. Puesto que no se puede diagnosticar con precisión la alergia a las proteínas con una sola prueba de laboratorio, es posible que sea necesario realizar varias pruebas.

Se puede realizar un análisis de heces para poder determinar la causa de los síntomas. Con frecuencia, las muestras de heces de los bebés con alergia a las proteínas dan resultados positivos en cuanto a la presencia de sangre. Las heces de los niños con intolerancia a la lactosa tienden a ser ácidas y contener azúcares sin digerir.

También se puede llevar a cabo una prueba cutánea para determinar la presencia de alergia. Si hay alergia, al insertar con una aguja una pequeña cantidad de proteína láctea bajo la superficie de la piel se puede observar una reacción que consiste en una erupción roja que llamamos roncha. Sin embargo, esta prueba no es perfecta. 

Muchos bebés alérgicos a la leche no exhibirán ninguna reacción mientras que muchos niños más grandes que no son alérgicos a la leche presentarán un resultado positivo en la prueba cutánea.


Créditos:
Fuente: Fundación Nemours.


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