Los videojuegos tienen un impacto dual en la salud mental: pueden ser herramientas de bienestar y socialización, pero también conllevan riesgos de adicción, aislamiento y alteraciones emocionales si no se usan con equilibrio.
Vivimos en una era donde el estrés se ha normalizado. Entre la presión laboral, las responsabilidades familiares y la sobreexposición a estímulos digitales, el cuerpo mantiene encendido su “modo alerta” durante gran parte del día. El protagonista de esta respuesta es el cortisol, la hormona del estrés. Si bien es indispensable para sobrevivir, cuando se mantiene elevado por periodos largos puede convertirse en un verdadero enemigo silencioso.
Algunas personas octogenarias son capaces de recordar eventos cotidianos y experiencias de vida de la misma forma que lo hace otra 20 a 30 años más joven. Son los llamados superagers, y representan una clave para avanzar en el envejecimiento saludable y en el estudio de las enfermedades asociadas al envejecimiento como las demencias, el alzhéimer o el párkinson.
Los problemas del sueño constituyen una epidemia mundial que amenaza la salud y la calidad de vida de hasta el 45 % de la población mundial.
Un estudio muestra que los síntomas de insomnio en la niñez tienen muchas más probabilidades de persistir en el tiempo de lo que se pensaba hasta ahora.
Una de cada cinco personas padece o ha padecido episodios de migraña en algún momento de su vida.