¿Cómo funciona el oído? El oído funciona recibiendo ondas de sonido y mandando mensajes al cerebro. El oído externo incluye la parte del oído que usted puede ver y el canal auditivo. Las ondas de sonido atraviesan el canal auditivo y cuando pegan en el tímpano hacen que este vibre. La vibración del tímpano hace que los pequeños huesecillos dentro del oído se muevan. Este movimiento manda las ondas de sonido dentro del oído interno.
¿Qué causa los dolores de oído?
Un tubo llamado la trompa de Eustaquio conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz. Normalmente este tubo deja que drene líquido fuera del oído medio. Si el revestimiento de la trompa de Eustaquio de su niño se infecta con virus o bacterias, el tubo se hincha y se llena con moco de consistencia espesa. Esto impide que el líquido dentro del oído drene normalmente. Las bacterias pueden crecen en este líquido aumentando la presión detrás del tímpano y causando dolor.
Las trompas de Eustaquio pueden bloquearse por causa de alergias, de un resfriado o de otra infección. En otros casos, las adenoides (unas glándulas que están cerca del oído) aumentan de tamaño y bloquean las trompas de Eustaquio.
Las infecciones agudas del oído por lo general se curan dentro de un plazo de una a dos (1-2) semanas. Algunas veces, las infecciones del oído duran más y se convierten en infecciones crónicas. Después de una infección puede permanecer líquido en el oído medio. Esto puede conducir a más infecciones y a la pérdida de la audición.
¿Cuáles son los síntomas de las infecciones del oído?
Los síntomas más comunes de una infección aguda del oído son el dolor y la fiebre. Si su niño es demasiado pequeño para decirle qué le duele, él o ella puede llorar o halarse la oreja. Su niño también puede estar irritable o desanimado, tener dificultad para oír o no tener ganas de comer o de dormir.
¿Cuál es el tratamiento para las infecciones del oído?
El tratamiento para las infecciones del oído puede incluir cualquiera de lo siguiente:
¿Por qué son tan comunes las infecciones del oído en los niños?
Esto puede ser porque las trompas de Eustaquio son más cortas y más pequeñas que las de los adultos. Más de tres de cada cuatro niños habrán tenido por lo menos una infección de oído al cumplir tres años de edad.
Los niños pueden tener mayor riesgo de tener infecciones de oído si:
¿Qué se puede hacer para prevenir que las infecciones del oído se repitan?
Parece ser que a algunos niños les dan muchas infecciones de oído. Si su niño ha tenido tres (3) infecciones de oído en seis (6) meses, o si ha tenido cuatro (4) en un año, es posible que el médico sugiera que su niño tome una dosis baja de antibiótico cada día, usualmente durante el invierno, cuando estas infecciones son más comunes.
Su médico querrá ver a su niño unas cuantas veces mientras el niño está tomando el antibiótico para asegurarse de que no ocurra otra infección de oído.
Hay un nuevo tipo de vacuna llamada vacuna neumocócica conjugada ("conjugate pneumococcal vaccine") que puede ayudar a proteger a su niño de un tipo de bacteria que causa infecciones de oído. Los médicos ahora recomiendan que los niños reciban esta vacuna como parte de la serie de vacunas regulares.
¿Los dolores de oído van a afectar la audición de mi niño?
Las infecciones del oído medio y el líquido en el oído son las causas más comunes de pérdida temporal de la audición en los niños. Los niños que tienen problemas de audición continuos pueden tener dificultad para desarrollar las habilidades del habla y del lenguage. Por esta razón, es importante hablar con su médico si su niño tiene infecciones del oído que se repiten.
¿Y qué hay con respecto al líquido que se queda en el oído medio?
La audición de su niño puede verse afectada si queda líquido en el oído medio después de una infección. Esto se llama otitis media con derrame. Derrame es otro término para la acumulación de líquido. Usualmente el líquido desaparece entre dos (2) y tres (3) meses y la audición vuelve a ser normal. Su médico puede querer volver a revisar a su niño en este lapso de tiempo para ver si todavía hay líquido presente.
Si el líquido se queda ahí por más de unos pocos meses es posible que el médico quiera revisar la audición del niño. Es posible que el médico le recomiende tubos para los oídos —llamados tubos de timpanostomía— con el objeto de drenar el líquido si la audición de su niño ha disminuido bastante. Los tubos para los oídos también pueden disminuir el número de infecciones de los oídos que le dan a su niño.
¿Qué son los tubos para los oídos?
Los tubos para los oídos son tubos de plástico minúsculos que ayudan a balancear la presión dentro de los oídos de su niño. Ellos permiten que entre aire al oído medio de modo que el líquido pueda drenar hacia afuera por la trompa de Eustaquio. Estos se colocan dentro del tímpano (el cual se conoce también como la membrana timpánica) durante una cirugía y se mantienen en su lugar por un promedio de seis a nueve (6-9) meses.
Los tubos por lo general se dejan en su lugar hasta que ellos se caen por su propia cuenta o hasta que el médico decide que el niño ya no los necesita más. Algunas veces, puede necesitarse otro juego de tubos.
Colocar tubos dentro de los oídos es una operación y conlleva algunos riesgos. Su niño necesitará anestesia general cuando el tubo es insertado. Su médico hablará con usted acerca de los riesgos si él o ella piensa que su niño necesita tubos.
AVISO LEGAL
Toda la información que se brinda en esta nota está destinada al conocimiento general. En ningún caso sustituye el asesoramiento de un médico. No olvide consultar a su médico ante cualquier duda que pudiera tener con relación a su estado de salud.