Las primeras 12 semanas de embarazo tienen algunos riesgos que preocupan a las mujeres. Te explicamos cuáles son los más frecuentes y si se pueden prevenir.
El inicio del embarazo es un momento emocionante, pero también puede ser una etapa llena de incertidumbre y preocupaciones. Es probable que te preguntes por qué muchas mujeres esperan tres meses para anunciar su embarazo. La respuesta se encuentra en los riesgos asociados con el primer trimestre.
Durante este período, el cuerpo femenino experimenta una serie de cambios hormonales que pueden tener un impacto significativo en la salud de la madre y el feto. A lo largo de este artículo, te brindaremos información sobre los riesgos del primer trimestre de embarazo y te ofreceremos consejos para prevenirlos.
De acuerdo con Johns Hopkins Medicine, cuando el embrión se implanta en la pared del útero, ocurren los siguientes procesos de formación de tejidos:
Aunque muchos cambios externos no sean visibles, el feto está experimentando un periodo de rápido crecimiento y desarrollo. Durante el primer trimestre, se están formando todos sus órganos y sistemas, por lo tanto, es primordial cuidar la salud y evitar la ingesta de alcohol, drogas y ciertos medicamentos.
Síntomas comunes del primer trimestre
El primer trimestre tiene cambios físicos y emocionales. A medida que el cuerpo de la madre se adapta a la creciente vida dentro de ella, es normal experimentar una serie de señales evidentes.
Aunque existen registros de mujeres que viven un embarazo sin síntomas, la mayoría siente lo siguiente:
Incluso si todo va bien en las primeras semanas, el crecimiento del feto sigue siendo muy vulnerable. Cualquier complicación podría afectar el desarrollo normal del bebé.
Durante el primer trimestre del embarazo hay un riesgo que es frecuente: el aborto espontáneo. Según la Revista Internacional de Salud Materno Fetal, el 15 % de las gestas llega a esta situación y el 1 % de las mujeres tendrá abortos a repetición. El dato lo corrobora un estudio publicado en Multimed, que informa que 1 de cada 5 embarazos reconocidos acaba en un aborto espontáneo.
Pueden concurrir distintos factores para que suceda un aborto:
Tal como lo sugiere una investigación de la Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia, los defectos numéricos o estructurales de los cromosomas incurren en más del 50 % de los abortos espontáneos. Por lo tanto, el factor cromosómico sería el origen principal identificado. Se trata de alteraciones genéticas que no se heredan, sino que suceden mientras las células del feto se multiplican.
El riesgo de aborto espontáneo se reduce luego de las 12 semanas de gestación de manera notable. Y es por ello que muchas mujeres esperan hasta el tercer mes para anunciar su embarazo.
El embarazo ectópico es otro de los riesgos potenciales del primer trimestre, que puede poner en peligro la vida de la madre. Ocurre cuando el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, generalmente en una de las trompas de Falopio.
Con el crecimiento de las primeras semanas, puede provocar sangrado y dolor abdominal intenso. Si no se trata a tiempo, ocasiona una hemorragia interna importante.
Aunque su prevalencia ronda entre el 1 % y 2 % de todos los embarazos, y eso parece poco, hay que considerarlo. Se debe buscar atención médica inmediata si se experimenta alguno de sus síntomas.
Entre otros factores de riesgo a tener en cuenta durante el primer trimestre, recopilamos los siguientes:
Los riesgos de las embarazadas durante el primer trimestre también dependen de los trastornos de salud de base que se pudiesen tener. Por ejemplo, la hipertensión arterial, las enfermedades renales, la anemia y la tirotoxicosis.
La edad también influye en la posibilidad de tener complicaciones. Luego de los 35 años, se incrementa el riesgo de que la gesta no llegue a término.
Aunque no se pueden eliminar por completo los riesgos del primer trimestre del embarazo, hay algunas medidas que puedes tomar para reducirlos, como las siguientes:
Cada mujer es diferente y tiene derecho a decidir cuándo comparte la noticia de su embarazo. No obstante, conocer estos riesgos es un paso para adoptar hábitos saludables que reduzcan la incidencia del aborto espontáneo. El acompañamiento de un obstetra de confianza es una herramienta más para que estés segura al momento de comunicar que serás mamá.