El tomate azul es una fruta transgénica con un elevado nivel de antocianina, un antioxidante gran valor. Mira cómo aprovecharlo y qué lo diferencia del tomate tradicional rojo.
El tomate azul es una fruta transgénica de reciente creación. Fue desarrollada hace 8 años con fines medicinales en Norwich, Reino Unido, en un experimento conducido por más de 300 científicos.
Se alteraron los genes de un tomate común y se agregaron algunos pertenecientes a la flor ornamental boca de dragón, de la planta Antirrhinum majus, la que tiene un intenso color morado. Son ricas en un pigmento con reconocidas propiedades antioxidantes llamado antocianina.
La fruta obtenida de la transgénesis es de color azul índigo en la parte externa y su intensidad aumenta con los rayos del sol. Por dentro mantiene el color rojo tradicional cuando está madura y casi no tiene semillas. ¿Tienes curiosidad por conocer sobre los beneficios y propiedades que aporta el tomate azul para la salud?
Aunque no se ha comercializado de manera masiva, en países como Canadá, Estados Unidos y España se están produciendo a gran escala para tiendas especializadas. Se potenció la concentración de la antocianina en el tomate y en el Instituto de Biología Molecular y Celular de las Plantas se crearon para la elaboración de vacunas.
Las propiedades y beneficios del tomate azul se deben a la presencia de un potente pigmento antioxidante denominado antocianina. ¿Pero qué son? Las antocianinas son un grupo de sustancias hidrosolubles pertenecientes al grupo de los flavonoides, responsables de los colores que van desde el rojo al azul en los vegetales.
Se usan como colorantes naturales, mejorando no solo la apariencia de los alimentos, sino también aportando un valor agregado para el consumo. Permanecen intactas a su paso por el tracto digestivo, manteniendo su actividad antioxidante. Revisemos de cerca los beneficios en el consumo del tomate azul.
Las antocianinas aportan colores rojos y azules a los vegetales, además de ser antioxidantes.
Un grupo de investigadores japoneses demostraron el efecto del extracto de tomate azul como antioxidante. Sus antocianinas, sobre todo la petunidina, fueron capaces de inhibir el peróxido que induce muerte celular y daño en las células fotorreceptoras de la retina. El extracto de tomate azul podría ser un tratamiento profiláctico para evitar el estrés oxidativo que causa enfermedades oculares.
Las frutas ricas en antocianinas son capaces de capturar y neutralizar agentes oxidantes, como peróxido de hidrógeno y radicales libres. Estos pueden provocar estrés oxidativo asociado a la disfunción endotelial y a la obstrucción de las arterias, llevando a los accidentes cardiovasculares.
Recientemente, Gonzali condujo un experimento piloto descrito en la revista Antioxidants en ratones con cáncer alimentados con tomates azules. Se demostró la extensión de su vida media al compararlos con ratones enfermos y suplementados con tomate rojo tradicional.
Se especula con que los tomates enriquecidos en antocianinas pudiesen beneficiar la salud de estos animales. Aún no hay pruebas certeras en humanos y el efecto debe considerarse solo como experimental hasta el momento.
El óxido nítrico es un agente oxidante y mediador del proceso inflamatorio, producido a partir de los macrófagos. Los extractos concentrados de antocianinas tienen un efecto inhibitorio en la producción de la sustancia. Además, reducen las prostaglandinas, sobre todo la EG2, también activa en la inflamación.
Hace más de dos décadas se conoce el efecto positivo de las antocianinas en el mejoramiento de la retinopatía diabética. En un artículo publicado en la revista Journal of Food Science, Tristán demostró las propiedades hipoglucemiantes del consumo de antocianinas en pacientes diabéticos.
Inhiben las enzimas digestivas, como la alfa amilasa, que se encarga del desdoblamiento de los carbohidratos. Esto permite una digestibilidad más lenta y la disminución en la velocidad de absorción de la glucosa.
La acción protectora de las antocianinas como bloqueadoras de los radicales libres retrasan el envejecimiento celular, incluido el del tejido cerebral. El consumo de estos pigmentos disminuye el deterioro de la memoria, aumentando la concentración y el rendimiento intelectual.
El tomate con antocianinas ayuda al funcionamiento hepático. Además, impide la oxidación del colesterol sanguíneo y su intervención en la formación de placas ateromatosas en las arterias.
Existen diferencias evidentes y otras no tanto entre el tomate azul y los tradicionales. La más notoria es el color, mientras que otras sensoriales hay que degustarlas para distinguirlas.
Entre las diferencias sensoriales encontramos las siguientes:
Entre las diferencias nutricionales mencionaremos las siguientes:
El color rojo del tomate tradicional es por el licopeno, pero en el azul las antocianinas son mayoritarias.
Los tomates azules pueden usarse en la cocina tradicional formando parte de ensaladas. Su sabor frutal y menos ácido contrasta con los otros tomates. Se pueden combinar para preparar aderezos y salsas, jugos de color azul o violeta atractivos y sabrosas mermeladas.
Debes procurar preparar estos tomates sin calentar, ya que su pigmento hidrosoluble es inestable al calor y modifica el color. Además de la pérdida del pigmento en el agua de cocción. Una receta ideal es la ensalada contundente de tomate azul, acompañada de pepino, pepinillo, cebollas y una rica alcachofa. Se adereza con aceite de oliva, mostaza, orégano, alcaparras, sal y pimienta.
La inclusión de tomate azul como ingrediente rico en antioxidantes mejora las cualidades funcionales del plan de alimentación. Sin embargo, se recomienda no abusar de su consumo hasta tanto se desarrollen más estudios científicos sobre su empleo directo en el control y prevención de ciertas enfermedades. ¡Buen provecho y buena salud!