Los vaporizadores (“vapes” en inglés) son dispositivos a pilas que calientan un líquido con nicotina, marihuana o aromas. Algunos tienen otras sustancias o productos químicos desconocidos. Cuando el líquido se calienta, se convierte en un aerosol inhalable.
Los vaporizadores (“vapes” en inglés) son dispositivos a pilas que calientan un líquido con nicotina, marihuana o aromas. Algunos tienen otras sustancias o productos químicos desconocidos. Cuando el líquido se calienta, se convierte en un aerosol inhalable.
Algunos nombres comunes son sistemas electrónicos de entrega de nicotina (ENDS, por sus siglas en inglés), cigarrillos electrónicos, cigarrillos-e, e-cigarettes, e-cigs, e-hookahs, vape pens y mods.
Dos drogas comunes son la nicotina, que es muy adictiva y se encuentra en productos del tabaco como los cigarrillos, y THC, el principal componente psicoactivo de la marihuana. Ambas pueden afectar el funcionamiento pulmonar y cerebral, especialmente el del cerebro en desarrollo de los adolescentes. Ambas drogas pueden poner a los adolescentes en riesgo de usar otras sustancias.
Las empresas que venden vaporizadores en Estados Unidos tienen que solicitar autorización a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). La FDA revisa los productos para ver si cumplen con las normas reglamentarias. Como estos productos son nuevos, la FDA aún está determinando cuáles se pueden seguir vendiendo. Otro desafío es que algunos productos de vapeo que se pueden comprar en línea no están regulados. Esto significa que pueden tener ingredientes peligrosos o piezas defectuosas.
Algunos estudios sugieren que vapear nicotina es menos dañino que fumar cigarrillos tradicionales y podría ser una forma de ayudar a los adultos a dejar de fumar. Sin embargo, los vaporizadores no son actualmente una ayuda para dejar de fumar aprobada por la FDA. Se necesita más investigación para probar mejor la seguridad y la eficacia de este potencial uso.
A mediados de 2019, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades empezaron a informar casos de lesiones pulmonares relacionadas con el uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo, incluyendo muertes. Estas lesiones pulmonares se relacionan con el acetato de vitamina E, que se encuentra sobre todo en los productos de vapeo que contienen THC. Sin embargo, algunos pacientes informaron haber usado una mezcla de THC y nicotina o nicotina sola.
Las personas que fuman o vapean pueden tener un mayor riesgo de complicaciones del COVID-19 porque la enfermedad afecta a los pulmones. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas está investigando el COVID-19 en personas que vapean nicotina y marihuana para entender mejor qué factores de riesgo pueden provocar casos peores de la enfermedad.