guía de primeros auxilios
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Congelamiento
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Algunas de las acciones de primeros auxilios que hay que llevar a cabo en caso de congelamiento son evidentes y fáciles de recordar, sin embargo, nunca está de más tener claros todos los puntos para una atención eficaz.
- Retirar a la persona del frío es la primera medida; si es posible se procede a trasladarla a un lugar cálido. Hay que observar que no tenga la ropa húmeda y, si es el caso, se le debe quitar.
- Llamar a los servicios de emergencias describiendo la situación con la mayor precisión posible.
- Aplicar primeros auxilios para mantener a la persona caliente, como por ejemplo utilizar agua tibia para sumergir las partes lesionadas, o paños calientes en dichas zonas. La temperatura apropiada para el agua es de 38 o 40 grados, y hay que mantenerla caliente para ayudar al recalentamiento. Se sabrá que ha terminado el proceso en el momento en que la piel recupera el color normal, está suave y recupera la sensibilidad.
- Vendar las áreas congeladas, pero sin aplicar presión. Cuando las lesiones son en los dedos, lo ideal es envolverlos con gasas estériles cada uno por separado.
- Las zonas descongeladas se deben mover lo menos posible.
- Cuando se ha descongelado una zona, es muy peligroso que vuelva a sufrir congelación, pues los daños serán más graves. Por eso, si no es posible mantener a la persona caliente, el proceso de recalentamiento deberá esperar hasta encontrar un lugar más seguro (una casa, un coche, etcétera).
- Mantener a la persona hidratada con bebidas calientes.
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