Según el diámetro del vaso que se vea afectado así será la intensidad del sangrado.
Hemorragia Capilar o Superficial: Compromete solo los vasos sanguíneos superficiales que irrigan la piel; generalmente esta hemorragia es escasa y se puede controlar fácilmente.
Hemorragia Venosa: La sangre es de color rojo oscuro y su salida es continua, de escasa o de abundante cantidad.
Hemorragia Arterial: La sangre es de color rojo brillante, su salida es abundante y en forma intermitente, coincidiendo con cada pulsación.
Tratamiento:
Para controlar la hemorragia siga los siguientes pasos:
1. Compresión Directa:
Aplique sobre la herida protegido con guantes una compresa o tela limpia haciendo presión fuerte. La mayoría de las hemorragias se pueden controlar con compresión directa. La compresión directa con la mano puede ser sustituida con un vendaje de presión, cuando las heridas son demasiado grandes o cuando tenga que atender a otras víctimas.
2. Elevación.
La elevación de la parte lesionada disminuye la presión de la sangre en el lugar de la herida y reduce la hemorragia. Si la herida está situada en un miembro superior o inferior, levántelo a un nivel superior al corazón. Cubra los apósitos con una venda de rollo.
Si continua sangrando coloque apósitos adicionales sin retirar el vendaje inicial.
3. Presión Directa sobre la Arteria.
Consiste en comprimir con la yema de los dedos una arteria contra el hueso subyacente para reducir el riego de todo el miembro
Se utiliza cuando no se ha podido controlar la hemorragia por compresión directa y elevación de la extremidad o en los casos en los cuales no se pueden utilizar los métodos anteriores (fracturas abiertas).
Al utilizar el punto de presión se debe hacer simultáneamente presión directa sobre la herida y elevación.
Controlar la hemorragia en miembros superiores e inferiores.
La presión se hace sobre la arteria braquial, cara interna del tercio medio del brazo. Esta presión disminuye la sangre en brazo, antebrazo y mano. Para aplicar la presión, coloque la palma de su mano debajo del brazo de la víctima, palpe la arteria y presiónela contra el hueso.
La presión se hace en la ingle sobre la arteria femoral. Esta presión disminuye la hemorragia en muslo, pierna y pie.
Coloque la base de la palma de una mano en la parte media del pliegue de la ingle.
Si la hemorragia cesa después de tres minutos de presión, suelte lentamente el punto de presión directa. Si continua, vuelva a ejercer presión sobre la arteria.
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