Es una enfermedad potencialmente mortal causada por una bacteria llamada Clostridium botulinum. Esta bacteria prolifera dentro del tubo digestivo de un bebé.
El Clostridium botulinum es un organismo formador de esporas (esporulador) común en la naturaleza. Las esporas se pueden encontrar en la tierra y en ciertos alimentos como la miel y algunos almíbares de maíz.
La enfermedad se presenta principalmente en bebés pequeños entre 6 semanas y 6 meses de edad. Sin embargo, puede ocurrir en bebés desde tan solo 6 días de nacidos, hasta de 1 año de edad.
Los factores de riesgo incluyen la ingestión de miel en los bebés, permanecer alrededor de tierra contaminada y tener menos de una deposición al día durante un período de más de 2 meses.
Los síntomas pueden incluir:
La inmunoglobulina botulínica es el principal tratamiento para esta afección. Los bebés que reciben este tratamiento tienen períodos de hospitalización más cortos y una enfermedad más leve.
Cualquier bebé con botulismo tiene que recibir tratamiento complementario durante su recuperación. Esto incluye:
Si se presentan problemas respiratorios, se puede necesitar soporte respiratorio, incluso el uso de un respirador.
Los antibióticos no parecen ayudar al bebé a mejorar más rápidamente. Por lo tanto, no son necesarios, a menos que se desarrolle otra infección bacteriana como una neumonía.
El uso de la antitoxina botulínica derivada de humanos también puede servir.
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