Es una complicación que puede ocurrir después de un trasplante de médula ósea o de células madre.
La enfermedad injerto contra huésped (EICH) puede ocurrir después de un trasplante de médula ósea o de células madre en el cual alguien recibe tejido de médula ósea o células de un donante. Este tipo de trasplante se denomina alogénico. Las nuevas células trasplantadas toman al cuerpo del receptor como extraño. Cuando esto sucede, las células atacan al cuerpo del receptor.
La EICH no ocurre cuando la persona recibe sus propias células. Este tipo de trasplante se denomina autólogo.
Antes de un trasplante, se analizan el tejido y las células de los posibles donantes para ver qué tan compatibles son con el receptor. Cuando la compatibilidad es alta es menos probable que se desarrolle EICH o los síntomas serán más leves. La posibilidad de que se presente EICH es:
Existen dos tipos de EICH: aguda y crónica. Los síntomas en ambas van de leves a graves.
La EICH aguda generalmente ocurre dentro de los primeros 6 meses después de un trasplante. Los síntomas agudos comunes incluyen:
La EICH crónica generalmente comienza más de 3 meses después de un trasplante y puede durar toda la vida. Los síntomas crónicos pueden incluir:
Después de un trasplante, el receptor generalmente toma medicamentos que inhiben el sistema inmunitario. Esto ayuda a reducir las probabilidades (o gravedad) de EICH.
Usted seguirá tomando los medicamentos hasta que el proveedor de atención médica crea que el riesgo de EICH es bajo. Muchos de estos medicamentos tienen efectos secundarios, como daño renal y hepático. A usted le harán exámenes de manera regular para estar atento a estos problemas.
El tratamiento de la EICH crónica incluye prednisona (un esteroide) o los mismos medicamentos que inhiben el sistema inmunitario.
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