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Espasmos del llanto

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Algunos niños tienen espasmos del llanto. Se trata de una detención involuntaria en la respiración que no está bajo el control del niño. 

Los bebés incluso de 2 meses de vida y hasta los 2 años de edad pueden comenzar a tener espasmos del llanto. Algunos niños tienen espasmos graves.

Los niños pueden presentar espasmos del llanto cuando están respondiendo:

  • Al miedo
  • A dolor
  • A un hecho traumático
  • A un susto o confrontación

Los espasmos del llanto son más comunes en los niños con:

  • Afecciones genéticas, como el síndrome de Riley-Day y el síndrome de Rett
  • Anemia ferropénica
  • Un antecedente familiar de esta afección (los padres pueden haber tenido espasmos del llanto similares cuando eran niños)

Los espasmos del llanto involuntarios se presentan casi siempre cuando el niño repentinamente resulta enfadado o sorprendido. El niño jadea un poco, luego exhala y dejar de respirar. El sistema nervioso del niño disminuye la frecuencia cardíaca o la respiración por un corto período de tiempo. Aunque a menudo ocurren con las pataletas, no se cree que los espasmos del llanto sean un acto intencional de rebeldía. Los síntomas pueden abarcar:

  • Piel morada o pálida
  • Llanto y luego suspensión de la respiración
  • Pérdida de la lucidez mental (inconsciencia) o desmayo
  • Movimiento espasmódico (movimientos cortos similares al de una convulsión)

La respiración normal comienza de nuevo después de un período breve de pérdida del conocimiento. El color del niño mejora con la primera respiración. Esto puede ocurrir varias veces al día o sólo en raras ocasiones.

El proveedor de atención médica llevará a cabo un examen físico y hará preguntas acerca de la historia clínica y los síntomas del niño.

Se pueden llevar a cabo exámenes de sangre para ver si hay una deficiencia de hierro.

Otros exámenes que se pueden hacer incluyen:

  • ECG para examinar el corazón
  • EEG para verificar si hay convulsiones 

Generalmente no es necesario ningún tratamiento. Pero se le pueden dar las gotas o píldoras de hierro si el niño tiene deficiencia de hierro.

La contención de la respiración puede ser una experiencia aterradora para los padres. Si su hijo recibió un diagnóstico de espasmos de llanto, tome las siguientes medidas:  

  • Durante un episodio, verifique que su hijo esté en un lugar seguro donde no se vaya a herir o caer.
  • Coloque un paño frío sobre la frente del niño durante una crisis para ayudar a acortar el episodio. 
  • Después de la crisis, trate de calmarse y evite prestarle demasiada atención al niño, debido a que esto puede reforzar los comportamientos que llevaron al episodio.
  • Evite situaciones que provoquen rabietas, lo cual puede ayudar a reducir la cantidad de crisis.
  • Ignore los espasmos del llanto que no llevan al niño a desmayarse. Ignórelos de la misma forma que se ignoran las rabietas.
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