Es una enfermedad ósea que destruye y reemplaza el hueso normal con tejido óseo fibroso. Uno o más huesos pueden resultar afectados.
La fibrodisplasia ocurre en la niñez, generalmente entre los 3 y 15 años de edad. La afección está vinculada con un problema en los genes (mutación genética) que controlan a las células productoras de hueso. La mutación sucede cuando el bebé se está desarrollando en el útero. La afección no se transmite de padres a hijos.
Los síntomas pueden incluir cualquiera de los siguientes:
Las lesiones óseas se pueden detener cuando el niño llega a la pubertad.
El médico llevará a cabo un examen físico y se tomarán radiografías de los huesos.
No existe cura para la fibrodisplasia. Las fracturas o deformaciones óseas se tratan conforme vaya siendo necesario. Los problemas hormonales necesitarán tratamiento.
El pronóstico depende de la gravedad de la afección y de los síntomas que se presenten.
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