La fiebre del dengue hemorrágico es una infección grave y potencialmente mortal, transmitida por algunos mosquitos.
Se sabe de cuatro diferentes virus de dengue que causan la fiebre del dengue hemorrágico. Esta afección ocurre cuando una persona es picada por un mosquito que está infectado con el virus. La principal especie de mosquito que esparce la enfermedad es el Aedes aegypti.
En todo el mundo, se presentan más de 100 millones de casos nuevos de fiebre del dengue todos los años. Una pequeña cantidad de éstos se convierte en fiebre del dengue hemorrágico. La mayoría de las infecciones en los Estados Unidos ingresan desde otros países. Entre los factores de riesgo para la fiebre del dengue hemorrágico se pueden mencionar tener anticuerpos para el virus del dengue a raíz de una infección previa.
Los síntomas iniciales de la fiebre del dengue hemorrágico son similares a los de la fiebre del dengue. Sin embargo, después de varios días la persona se vuelve irritable, inquieta y sudorosa. Estos síntomas van seguidos de un estado parecido al shock.
Se presenta sangrado en forma de manchas de sangre pequeñas sobre la piel y parches de sangre más grandes bajo la piel. Las lesiones menores pueden causar sangrado.
El shock puede llevar a la muerte. Si el paciente sobrevive, la recuperación comienza después de un período de crisis de 1 día.
Los síntomas iniciales incluyen:
Los síntomas de la fase aguda incluyen inquietud, seguida de:
La fase aguda también incluye un estado parecido al shock junto con:
Un examen físico puede revelar:
Los exámenes pueden abarcar los siguientes:
Debido a que la fiebre del dengue hemorrágico es causada por un virus para el cual no se conoce cura ni vacuna, sólo es posible el tratamiento de los síntomas. Dichos tratamientos pueden incluir:
La mayoría de las personas con fiebre del dengue hemorrágico se recupera con atención oportuna y agresiva. Sin embargo, la mitad de las personas sin tratamiento que entran en shock no sobrevive.
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