Es una conexión anormal entre una arteria y una vena en los pulmones. Como resultado, la sangre pasa a través de los pulmones sin recibir suficiente oxígeno.
Las fístulas arteriovenosas pulmonares generalmente son el resultado del desarrollo anormal de los vasos sanguíneos del pulmón. La mayoría ocurre en personas que padecen la enfermedad de Rendu-Osler-Weber (ROWD, por sus siglas en inglés), ahora llamada comúnmente telangiectasia hemorrágica hereditaria (HHT, por sus siglas en inglés). Estas personas a menudo tienen vasos sanguíneos anormales en muchas otras partes del cuerpo.
Las fístulas también pueden ser una complicación de una enfermedad hepática o una lesión pulmonar, aunque esto es mucho menos común.
Muchas personas no presentan síntomas. Cuando los presentan, estos pueden ser:
El proveedor de atención médica lo examinará. El examen puede mostrar:
Los exámenes que se pueden hacer incluyen:
Es posible que un pequeño número de personas que no presentan síntomas no necesiten ningún tratamiento. Para la mayoría de las personas con fístulas, el mejor tratamiento es bloquear la fístula durante una arteriografía (embolización).
Algunas personas pueden necesitar cirugía para extirpar los vasos anormales y tejido pulmonar circundante.
Cuando las fístulas arteriovenosas son causadas por enfermedad hepática, el tratamiento es un trasplante de hígado.
El pronóstico para las personas con HHT no es tan bueno como para aquellas que no padecen esta enfermedad. Para las personas sin HHT, la cirugía para extirpar los vasos anormales generalmente tiene un buen desenlace clínico, y es probable que la afección no reaparezca.
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