Es una pequeña protuberancia sobresaliente y rojiza en la piel. La protuberancia tiene una superficie lisa y puede estar húmeda. Puede sangrar con facilidad debido a la gran cantidad de vasos sanguíneos que hay en el lugar. Es un crecimiento benigno (no canceroso).
Se desconoce la causa exacta de los granulomas piógenos. Con frecuencia, aparecen después de una lesión en las manos, los brazos o la cara.
Los granulomas piógenos son comunes en los niños.
Las señales de un granuloma piógeno:
Su proveedor de atención médica realizará un examen físico para diagnosticar esta afección.
Es posible que también se necesite una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico.
Los granulomas piógenos pequeños pueden desaparecer repentinamente. Las protuberancias más grandes se tratan con:
La mayoría de los granulomas piógenos se puede extirpar. Puede quedar una cicatriz después del tratamiento. Existe una buena probabilidad de que la afección reaparezca si no se destruye el granuloma entero durante el tratamiento.
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