Un hemangioma es una acumulación anormal de vasos sanguíneos en la piel o en los órganos internos.
Alrededor de un tercio de los hemangiomas está presente al nacer. El resto aparece en los primeros meses de vida.
El hemangioma puede:
Los síntomas de un hemangioma son:
La mayoría de los hemangiomas aparecen en la cara y el cuello.
El proveedor de atención médica le hará un examen físico para diagnosticar el hemangioma. Si la acumulación de vasos sanguíneos está ubicada en lo profundo dentro del cuerpo, puede ser necesaria una tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Un hemangioma se puede presentar con otras afecciones poco frecuentes. Se pueden realizar otros exámenes para buscar problemas relacionados.
La mayoría de los hemangiomas pequeños o sin complicaciones puede no necesitar tratamiento. Con frecuencia desaparecen por sí mismos y la apariencia de la piel regresa a la normalidad. En algunos casos, se puede usar láser para eliminar los vasos sanguíneos pequeños.
Los hemangiomas cavernosos que comprometen el párpado y obstruyen la visión se pueden tratar con inyecciones de esteroides o láseres para reducir su tamaño. Esto permite que la visión se desarrolle normalmente. Los hemangiomas cavernosos grandes o los mixtos se pueden tratar con esteroides orales o inyecciones en el hemangioma.
Tomar medicamentos betabloqueradores también puede ayudar a reducir el tamaño de un hemangioma.
Los hemangiomas superficiales y pequeños con frecuencia desaparecen por sí mismos. Aproximadamente la mitad desaparece antes de los cinco años de edad y casi todos han desaparecido al cumplir los nueve años.
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