Es una presión arterial alta en las arterias de los pulmones. Hace que el lado derecho del corazón se esfuerce más de lo normal.
El lado derecho del corazón bombea sangre a través de los pulmones, donde recoge oxígeno. Luego, la sangre retorna al lado izquierdo del corazón, de donde se bombea hacia el resto del cuerpo.
Cuando las pequeñas arterias (vasos sanguíneos) de los pulmones se estrechan, no pueden transportar mucha sangre. Cuando esto sucede, la presión se acumula, lo cual se denomina hipertensión pulmonar.
El corazón necesita esforzarse más para forzar la circulación de la sangre a través de los vasos en contra de esta presión. Con el tiempo, esto provoca que el lado derecho del corazón se vuelva más grande. Esta afección se denomina insuficiencia cardíaca del lado derecho del corazón o cor pulmonale.
La hipertensión pulmonar puede ser causada por:
En casos poco frecuentes, la causa de la hipertensión pulmonar se desconoce. En este caso, la afección se conoce como hipertensión arterial pulmonar idiopática (HPI). Idiopática significa que la causa de una enfermedad no se conoce. La hipertensión arterial pulmonar idiopática afecta más a las mujeres que a los hombres.
Si la hipertensión pulmonar es causada por una medicina o por una afección conocida, se denomina hipertensión pulmonar secundaria.
A menudo, la dificultad para respirar o el mareo leve durante la actividad es el primer síntoma. Es posible que se presente frecuencia cardíaca rápida (palpitaciones). Con el tiempo, los síntomas ocurren con actividad más ligera o incluso estando en reposo.
Otros síntomas incluyen:
Las personas con hipertensión pulmonar a menudo tienen síntomas que aparecen y desaparecen. Ellos informan que tienen días buenos y malos.
Su proveedor de atención médica llevará a cabo un examen físico y hará preguntas sobre sus síntomas. El examen puede mostrar:
En las primeras etapas de la enfermedad, el examen puede ser normal o casi normal y se pueden tardar varios meses en diagnosticar la afección. El asma y otras enfermedades pueden provocar síntomas similares y se deben descartar.
Los exámenes que se pueden ordenar incluyen:
No existe cura para la hipertensión pulmonar. El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y prevenir más daño pulmonar. Es importante tratar trastornos médicos que causen hipertensión pulmonar, como apnea obstructiva del sueño, afecciones pulmonares y trastornos de las válvulas del corazón.
Hay disponibilidad de muchas nuevas opciones de tratamiento para la hipertensión arterial pulmonar. Si le recetan medicinas, pueden tomarse por vía oral, por vía intravenosa (IV) o inhaladas.
Su proveedor decidirá cuál es la mejor medicina para usted. Durante el tratamiento, a usted se le seguirá muy de cerca para vigilar los efectos secundarios y ver qué tan bien está respondiendo a la medicina. NO deje de tomar las medicinas sin consultarlo con su proveedor.
Otros tratamientos pueden incluir:
Otros consejos importantes a seguir:
El pronóstico depende de lo que causó la afección. Las medicinas para la HPI pueden ayudar a hacer más lenta la enfermedad.
A medida que la enfermedad empeore, usted necesitará hacer cambios en su casa que le ayuden a movilizarse en ella.
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