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Hipoacusia en bebés

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Hipoacusia es la incapacidad para oír sonidos en uno o en ambos oídos. Los bebés pueden perder toda su capacidad auditiva o sólo parte de ella.

Aunque no es frecuente, algunos bebés pueden tener algo de hipoacusia al nacer. La hipoacusia también se puede dar en niños que tenían audición normal cuando eran bebés.

  • La pérdida puede ocurrir en uno o en ambos oídos y puede ser leve, moderada, grave o profunda. La hipoacusia profunda es lo que la mayoría de las personas llaman sordera.
  • Algunas veces, la hipoacusia empeora con el tiempo; otras veces, permanece estable y no empeora.

Los factores de riesgo de hipoacusia en un bebé abarcan:

  • Antecedente familiar de hipoacusia
  • Bajo peso al nacer

La hipoacusia puede ocurrir cuando hay un problema en el oído externo o el oído medio. Estos problemas pueden disminuir o impedir que las ondas sonoras pasen. Dichos problemas abarcan: 

  • Anomalías congénitas que causan cambios en la estructura del conducto auditivo externo o el oído medio
  • Acumulación de cerumen en el oído
  • Acumulación de líquido detrás del tímpano
  • Lesión o ruptura del tímpano
  • Objetos atascados en el conducto auditivo externo
  • Cicatrización en el tímpano a raíz de muchas infecciones

Otro tipo de hipoacusia se debe a un problema con el oído interno. Puede ocurrir cuando se dañan las diminutas células pilosas (terminaciones nerviosas) que movilizan el sonido a través de la oreja. Este tipo de hipoacusia puede ser causado por:

  • Exposición a ciertos químicos o medicamentos tóxicos estando en el útero o después del nacimiento
  • Trastornos genéticos 
  • Infecciones que la madre le transmite a su bebé en el útero (como toxoplasmosis, sarampión o herpes)
  • Infecciones que pueden dañar el cerebro después del nacimiento, como meningitis o sarampión
  • Problemas con la estructura del oído interno 
  • Tumores 

La hipoacusia central resulta del daño al propio nervio auditivo o a las rutas cerebrales que llevan a dicho nervio. La hipoacusia central es poco común en bebés y niños.

Los signos de hipoacusia en los bebés varían por edad. Por ejemplo:

  • Es posible que un bebé recién nacido con hipoacusia no se sobresalte cuando suene un ruido fuerte cerca.
  • Es posible que los bebés mayores, que deben estar respondiendo a las voces familiares, no muestren ninguna reacción cuando se les habla.
  • Los niños deben estar empleando palabras aisladas hacia los 15 meses y oraciones simples de 2 palabras hacia la edad de 2 años. Si ellos no alcanzan estos hitos, la causa puede ser la hipoacusia.

Es posible que a algunos niños no se les diagnostique hipoacusia hasta que estén en la escuela. Esto es cierto incluso si nacieron con hipoacusia. La falta de atención y el hecho retrasarse en el trabajo con respecto al resto de la clase pueden ser signos de una hipoacusia sin diagnosticar.

La hipoacusia ocasiona la incapacidad de un bebé para oír los sonidos por debajo de cierto nivel. Un bebé con audición normal oirá sonidos por debajo de ese nivel.

El proveedor de atención médica examinará al niño. El examen puede mostrar problemas óseos o signos de cambios genéticos que pueden causar hipoacusia.

El proveedor empleará un instrumento llamado otoscopio para ver dentro del conducto auditivo externo del bebé. Esto le permite observar el tímpano y encontrar problemas que pueden causar hipoacusia.

Se emplean dos pruebas comunes para examinar a los bebés recién nacidos con relación a la hipoacusia:

  • Prueba de respuesta auditiva troncoencefálica (ABR, por sus siglas en inglés). En esta prueba, se emplean parches, llamados electrodos, para determinar cómo el nervio auditivo reacciona al sonido.
  • Prueba de emisiones otoacústicas (OAE, por sus siglas en inglés). Micrófonos puestos en los oídos del bebé detectan sonidos cercanos, los cuales deben hacer eco en el conducto auditivo externo. Si no hay eco, es una señal de hipoacusia.

A los bebés mayores y niños pequeños se les puede enseñar a responder a los sonidos a través del juego. Estas pruebas, conocidas como audiometría de respuesta visual y audiometría del juego, pueden determinar mejor el rango auditivo del niño.

Más de 30 estados en los Estados Unidos actualmente exigen exámenes de audición para recién nacidos. El tratamiento oportuno de la hipoacusia puede permitirle a muchos bebés desarrollar habilidades del lenguaje normales sin demora. En los bebés nacidos con hipoacusia, los tratamientos deben empezar ya a los 6 meses de edad.

El tratamiento depende de la salud general del bebé y de la causa de la hipoacusia. Puede abarcar:

  • Logopedia
  • Aprendizaje del lenguaje de señas
  • Implante coclear (para aquellos con hipoacusia neurosensorial profunda)

El tratamiento de la causa de la hipoacusia puede abarcar:

  • Medicamentos para las infecciones
  • Tubos de timpanostomía para infecciones repetitivas del oído
  • Cirugía para corregir problemas estructurales

A menudo es posible tratar la hipoacusia causada por problemas en el oído medio con medicamentos o cirugía. No hay cura para la hipoacusia causada por daño en el oído interno o los nervios.

El pronóstico del bebé depende de la causa y gravedad de la hipoacusia. Los adelantos en audífonos y otros dispositivos, al igual que la logopedia, les permiten a muchos niños desarrollar las habilidades normales del idioma a la par que sus compañeros con audición normal. Incluso los bebés con hipoacusia profunda pueden mejorar con la combinación correcta de tratamientos.

Si el bebé padece un trastorno que afecte algo más que la audición, el pronóstico depende de qué otros síntomas y problemas tenga.

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