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Hipoglucemia en recién nacidos

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Un nivel bajo de azúcar en la sangre en los bebés recién nacidos también se llama hipoglucemia neonatal. Se refiere a un nivel bajo de azúcar (glucosa) en la sangre en los primeros días después del nacimiento.

Los bebés necesitan azúcar (glucosa) en la sangre para obtener energía. La mayor parte de esa glucosa es empleada por el cerebro.

El bebé recibe la glucosa de la madre a través de la placenta antes del nacimiento. Después del nacimiento, el bebé obtiene la glucosa de la madre a través de la leche materna o la leche maternizada y el bebé también la produce en el hígado.

El nivel de glucosa puede bajar si:

  • Hay demasiada insulina en la sangre. La insulina es una hormona que extrae la glucosa de la sangre.
  • El bebé no está produciendo suficiente glucosa.
  • El cuerpo del bebé está usando más glucosa de la que se está produciendo.
  • El bebé no es capaz de alimentarse lo suficiente como para evitar que la glucosa suba de nivel.

La hipoglucemia neonatal ocurre cuando el nivel de glucosa del recién nacido provoca síntomas o está por debajo del nivel considerado seguro para la edad del bebé y se presenta aproximadamente en 1 a 3 de cada 1,000 nacimientos.

Los niveles de azúcar en la sangre bajos son más probables en los recién nacidos con uno o más de estos factores de riesgo:

  • Que nacieron prematuros, tienen una infección grave o necesitan oxígeno después del parto.
  • Cuya madre tiene diabetes (estos niños a menudo son más grandes de lo normal).
  • Que presenten crecimiento deficiente en el útero durante el embarazo.
  • Que son más pequeños de lo normal para su edad gestacional.

Es posible que los bebés con hipoglucemia no presenten síntomas. Si su bebé tiene uno de los factores de riesgo para la hipoglucemia, el personal de enfermería del hospital chequeará los niveles de azúcar en su sangre, incluso si no hay síntomas.

Igualmente, el nivel de azúcar en la sangre se revisa muy a menudo para bebés con estos síntomas: 

  • Piel de color azulado o pálido
  • Problemas respiratorios, como pausas en la respiración (apnea), respiración rápida o sonidos de gruñidos 
  • Irritabilidad o desgano
  • Músculos flojos o flácidos
  • Alimentación deficiente o vómitos
  • Problemas para mantener el calor corporal
  • Sudoración, escalofríos, temblores o convulsiones

A los recién nacidos en riesgo de sufrir hipoglucemia se les debe practicar un examen de sangre con intervalos de pocas horas después del nacimiento, con el fin de medir el nivel de azúcar en la sangre. Esto se hace mediante una punción en el talón. El proveedor de atención médica debe seguir practicando los exámenes de sangre hasta que el nivel de azúcar en la sangre del bebé permanezca normal durante aproximadamente 12 a 24 horas.

Otros posibles exámenes:

  • Examen de detección de trastornos metabólicos en el recién nacido, incluso análisis de sangre y orina

Los bebés con un nivel bajo de azúcar en la sangre pueden necesitar recibir alimentaciones extras con leche materna o leche maternizada. Los bebés amamantados posiblemente necesiten recibir leche maternizada extra si la madre no es capaz de producir suficiente leche. (La expresión con la mano y un masaje pueden ayudar a las madres a exprimir más leche).

El bebé puede necesitar una solución azucarada administrada a través de una vena (por vía intravenosa) si es incapaz de alimentarse por vía oral o si el azúcar en la sangre está muy bajo

El tratamiento se continuará hasta que el bebé pueda mantener los niveles de azúcar en la sangre. Esto puede tardar horas o días. Los bebés que nacieron prematuros, tienen una infección o que nacieron con bajo peso tal vez necesiten tratamiento durante un período de tiempo más prolongado.

Si el nivel bajo de azúcar en la sangre continúa, en raras ocasiones, el bebé también puede recibir una medicina para aumentar el nivel de azúcar en la sangre. En casos muy excepcionales, los recién nacidos con hipoglucemia muy grave que no mejoran con el tratamiento pueden necesitar cirugía para extirparles parte del páncreas (con el fin de reducir la producción de insulina).

El pronóstico es bueno para los recién nacidos que no tienen síntomas o que responden bien al tratamiento. Sin embargo, el bajo nivel de azúcar en la sangre puede retornar en una cantidad pequeña de bebés después del tratamiento.

Es más probable que la afección retorne cuando a los bebés se les quita la alimentación administrada a través de una vena antes de que estén totalmente listos para ingerir alimentos por vía oral.

Los bebés con síntomas más graves tienen mayor probabilidad de presentar problemas de aprendizaje. Esto con mucha frecuencia es cierto para bebés con un peso inferior al promedio o cuya madre tenga diabetes.

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