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I

Invaginación intestinal en los niños

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La invaginación intestinal es el deslizamiento de una parte del intestino dentro de otra.

La invaginación intestinal es causada por una parte del intestino que se introduce en sí mismo.

La presión generada por las paredes del intestino causa:

  • Disminución del flujo sanguíneo
  • Irritación
  • Hinchazón

La invaginación intestinal puede obstruir el paso de los alimentos a través del mismo intestino. Si se interrumpe el suministro de sangre, el segmento del intestino que se ha introducido puede morir. También se puede presentar sangrado significativo. Si ocurre una perforación, se puede presentar infección, shock y deshidratación en forma muy rápida.

La causa de la invaginación intestinal no se conoce. Las afecciones que pueden llevar a este problema abarcan:

  • Infección viral
  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos en el intestino
  • Tumor o pólipo 

La razón para este problema es más probable que se encuentre en los niños mayores. 

La invaginación intestinal puede afectar tanto a niños como adultos. Sin embargo, la mayoría de los casos ocurre en niños entre los 6 meses y 2 años. Afecta a los niños con una frecuencia cuatro veces mayor que a las niñas.

El primer signo de invaginación generalmente es un llanto fuerte y súbito causado por el dolor abdominal. El dolor es de tipo cólico e intermitente (no continuo), pero reaparece frecuentemente. El dolor se hace más fuerte y dura más tiempo cada vez que retorna.

Un bebé que presente dolor abdominal intenso puede llevarse las rodillas hacia el pecho mientras llora.

Otros síntomas abarcan:

  • Deposiciones sanguinolentas y con apariencia de moco, algunas veces llamadas heces en "mermelada de grosella"
  • Fiebre
  • Shock (palidez, letargo, sudoración)
  • Heces mezcladas con sangre y moco
  • Vómitos

El médico llevará a cabo un examen completo que puede revelar una masa en el abdomen. También pueden presentarse signos de deshidratación o shock.

Los exámenes pueden incluir:

  • Ecografía abdominal
  • Radiografía abdominal
  • Enema con aire o medio de contraste

Primero se estabiliza el niño. Se pasa una sonda nasogástrica hasta el estómago a través de la nariz (sonda nasogástrica). Se coloca una vía intravenosa (IV) en el brazo y se administran líquidos para prevenir la deshidratación.

En algunos casos, la oclusión intestinal se puede tratar con enema de aire o enema de contraste realizado por un radiólogo experimentado con estre procedimiento. Existe un riesgo de ruptura (perforación) intestinal con este procedimiento.

Si estos tratamientos no funcionan, el niño necesitará una cirugía. El tejido intestinal generalmente puede salvarse. Cualquier tejido muerto será extirpado.

Se siguen administrando líquidos y alimentación intravenosa hasta que el niño tenga deposiciones normales.

El desenlace clínico es bueno con un tratamiento precoz. Existe riesgo de que este problema reaparezca.

Cuando se presenta un agujero o ruptura en el intestino, se debe tratar de inmediato. Si no se trata, la invaginación intestinal casi siempre es mortal para los bebés y niños pequeños. 

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