Es una afección en la cual el hígado no recibe suficiente sangre u oxígeno, lo que ocasiona daño a las células hepáticas.
La presión arterial baja a raíz de cualquier afección puede llevar a que se presente una isquemia hepática. Estas afecciones pueden abarcar:
Otras causas pueden abarcar:
Si la presión arterial baja continúa durante un período largo, uno se puede sentir débil y mareado. Sin embargo, el período de presión arterial baja puede ser breve y asintomático. El daño a las células hepáticas generalmente no causa síntomas hasta que afecta la función hepática.
Los coágulos sanguíneos en la arteria principal del hígado pueden causar dolor abdominal.
Se harán los siguientes exámenes:
El tratamiento depende de la causa. La presión arterial baja y los coágulos de sangre se deben tratar inmediatamente.
Si se puede tratar la enfermedad causante de la isquemia hepática, generalmente las personas se recuperan. Rara vez, se presenta la muerte por insuficiencia hepática como resultado de una isquemia hepática.
La insuficiencia hepática es una complicación rara pero potencialmente mortal.
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