Se refiere a cáncer que se ha diseminado al hígado desde otra parte del cuerpo.
La metástasis hepática no es lo mismo que el cáncer que comienza en el hígado, el cual se llama carcinoma hepatocelular.
Casi cualquier cáncer se puede diseminar al hígado. Los cánceres que se pueden diseminar al hígado incluyen:
El riesgo de que un cáncer se disemine al hígado depende de la localización (sitio) del cáncer original. Una metástasis al hígado se puede presentar cuando se diagnostica el cáncer original (primario). O puede ocurrir meses o años después de que se extirpa el tumor primario.
En algunos casos, no hay síntomas. Cuando se presentan, pueden incluir:
Los exámenes que se pueden llevar a cabo para diagnosticar las metástasis al hígado son:
El tratamiento depende de:
Los tipos de tratamientos que se pueden usar se describen a continuación.
CIRUGÍA
Cuando el tumor se encuentra solamente en 1 o pocas zonas del hígado, el cáncer se puede eliminar con cirugía.
QUIMIOTERAPIA
Cuando el cáncer se ha diseminado al hígado y a otros órganos, generalmente se utiliza la quimioterapia dirigida a todo el cuerpo (sistémica). El tipo de quimioterapia empleada depende del tipo original del cáncer.
Cuando la diseminación del cáncer se limita al hígado, aún se puede utilizar la quimioterapia sistémica.
La quimioembolización es un tipo de quimioterapia a 1 zona. Se introduce una sonda delgada, llamada catéter, en una arteria en la ingle. El catéter se pasa hasta la arteria en el hígado. Una medicina para destruir el cáncer se envía a través del catéter. Luego, se envía otra medicina a través del catéter para bloquear el flujo sanguíneo a la parte del hígado con el tumor. Esto "priva de alimento" a las células cancerosas.
OTROS TRATAMIENTOS
El pronóstico depende de la localización del cáncer original y de qué tanto se haya diseminado al hígado o a cualquier otra parte. En raras ocasiones, la cirugía para extirpar los tumores del hígado lleva a la cura. Esto por lo general sólo es posible cuando hay una cantidad limitada de tumores en el hígado.
En la mayoría de los casos, el cáncer que se ha diseminado al hígado no es curable. Las personas cuyo cáncer se ha diseminado al hígado a menudo mueren a causa de esta enfermedad. Sin embargo, los tratamientos pueden ayudar a reducir el tamaño de los tumores, mejorar la expectativa de vida y aliviar los síntomas.
Las complicaciones son generalmente el resultado de la diseminación de los tumores a un área grande del hígado.
Éstas pueden ser: