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Mola hidatiforme

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Es una masa o tumor poco común que se forma en el interior del útero al comienzo de un embarazo. Es un tipo de enfermedad trofoblástica gestacional (ETG). 

Una mola hidatiforme, o un embarazo molar, es el resultado de la fertilización anormal de un ovocito (ovario). Que resulta en un feto anormal. La placenta crece normalmente con poco o ningún crecimiento del tejido fetal. El tejido de la placenta forma una masa en el útero. Generalmente, en el ultrasonido, esta masa muestra una apariencia de mora ya que contiene muchos quistes pequeños.

Las mujeres mayores corren más riesgo de tener una formación molar. Un historial de embarazos morales en años anteriores también es un factor de riesgo. 

Existen 2 tipos de estas masas:

  • Embarazo molar parcial. Hay una placenta anormal y algo de desarrollo fetal.
  • Embarazo molar completo. Hay una placenta anormal pero no hay ningún feto.

No existen maneras conocidas para prevenir que se formen estas masas.

Los síntomas de un embarazo molar son:

  • Crecimiento anormal del útero, ya sea más grande o más pequeño de lo usual
  • Náuseas y vómitos intensos
  • Sangrado vaginal durante los primeros 3 meses del embarazo
  • Síntomas de hipertiroidismo, incluso intolerancia al calor, deposiciones acuosas, frecuencia cardíaca rápida, inquietud o nerviosismo, piel caliente y húmeda, manos temblorosas, o pérdida de peso inexplicable
  • Síntomas similares a los de la preeclampsia que ocurren en el primer trimestre o a comienzos del segundo trimestre, incluso hipertensión arterial e hinchazón de los pies, tobillos, y piernas (esto casi siempre es indicio de mola hidatiforme, ya que la preeclampsia es extremadamente rara tan temprano en los embarazos normales)

Su proveedor de atención médica realizará un examen pélvico. Este puede mostrar signos similares a los de un embarazo normal. Pero el tamaño del útero puede ser anormal y puede no haber ruidos cardíacos fetales. Puede haber algún sangrado vaginal.

Un ultrasonido durante el embarazo mostrará una apariencia de tormenta de nieve con una placenta anormal, con o sin algún desarrollo de un bebé.

Los exámenes pueden incluir:

  • Examen de GCH (niveles cuantitativos) en sangre
  • Ultrasonido pélvico abdominal o vaginal
  • Radiografía de tórax
  • Tomografía computarizada o resonancia magnética del abdomen (pruebas de imagenología)
  • Hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC)
  • Pruebas de coagulación sanguínea
  • Pruebas de la función hepática y renal

Si su proveedor de atención médica sospecha un embarazo molar, probablemente recomendará una dilatación y un legrado (D y C). Este también se puede realizar utilizando succión. A esto se le llama succión por aspiración (el método utiliza la copa de succión para remover el contenido del útero).

A veces un embarazo molar parcial puede continuar. Una mujer puede decidir continuar con su embarazo con la esperanza de tener un parto exitoso. Sin embargo, estos son embarazos altamente riesgosos. Los riesgos incluyen sangrado, problemas con la presión arterial, y parto prematuro (tener al bebé antes de que esté completamente desarrollado). De igual manera, esta afección puede empeorar. Las mujeres necesitan discutir a profundidad los riesgos con su proveedor de atención médica antes de continuar con el embarazo.

Una histerectomía (cirugía para extraer el útero) puede ser una opción para las mujeres mayores que no desean volver a embarazarse en el futuro.

Después del tratamiento, se vigilan los niveles de la gonadotropina coriónica humana (GCH). Es importante evitar el embarazo y utilizar un anticonceptivo confiable durante 6 a 12 meses después del tratamiento para un embarazo molar. Esto permite la realización de pruebas precisas para estar seguros de que el tejido anormal no vaya a reaparecer. Las mujeres que embarazan demasiado pronto después de un embarazo molar tienen un mayor riesgo de tener otro.

La mayoría de las molas hidatiformes no son cancerosas (benignas). El tratamiento por lo general es exitoso. Es importante un seguimiento minucioso por parte del proveedor de atención médica para asegurar que las señales de un embarazo molar han desaparecido y los niveles hormonales del embarazo han regresado a la normalidad.

A veces las molas hidatiformes pueden seguir y empezar a transformarse en cáncer. Estas molas pueden llegar a crecer profundamente en la pared uterina y provocar sangrado u otras complicaciones.

En muy pocos casos una mola hidatiforme se transforma en un coriocarcinoma. Esta es cáncer de rápido crecimiento. Es tratado normalmente con quimioterapia, pero puede ser mortal.

Las complicaciones del embarazo molar incluyen:

  • Cambio a enfermedad trofoblástica gestacional o coriocarcinoma
  • Preeclampsia
  • Problemas de tiroides
  • Embarazo molar que continúa o es recurrente

Las complicaciones relacionadas con la cirugía para extirpar un embarazo molar incluyen: 

  • Sangrado excesivo, que posiblemente requiere una transfusión.
  • Efectos secundarios de la anestesia.
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