Es un tipo de gangrena que destruye las membranas mucosas de la boca y otros tejidos. Se presenta en niños desnutridos que residen en áreas en las que la sanidad y la higiene son deficientes.
La causa exacta se desconoce, pero puede deberse a cierto tipo de bacterias.
Este trastorno se presenta con mayor frecuencia en niños pequeños, 2 a 5 años de edad, gravemente desnutridos, que con frecuencia han padecido enfermedades como sarampión, escarlatina, tuberculosis o cáncer. También pueden tener un sistema inmunitario debilitado.
Los factores de riesgo incluyen:
El noma causa destrucción del tejido en forma súbita que empeora rápidamente. Primero, las encías y el revestimiento de las mejillas se inflaman y desarrollan llagas (úlceras). Las úlceras producen un drenaje fétido, causando mal aliento y olor en la piel.
La infección se disemina a la piel y el tejido de labios y mejillas muere. El proceso puede finalmente destruir el tejido blando y el hueso. La destrucción final de los huesos alrededor de la boca causa deformidad y pérdida de los dientes.
El noma puede también afectar los genitales, propagándose a la piel de estos (esto se denomina algunas veces noma pudendi).
Un examen físico muestra las áreas inflamadas de las membranas mucosas, úlceras bucales y úlceras cutáneas. Estas úlceras tienen una secreción de olor fétido. Puede haber otros signos de desnutrición.
El tratamiento con antibióticos y una nutrición adecuada detienen el progreso de la enfermedad. Se puede necesitar cirugía plástica para extirpar los tejidos destruidos y reconstruir los huesos de la cara, con el fin de mejorar la apariencia facial y la función de la boca y de la mandíbula.
En algunos casos, esta afección puede ser mortal si no se trata. Otras veces, la afección puede sanar con el tiempo incluso sin tratamiento. Sin embargo, puede ocasionar cicatrización y deformidad graves.
Estas complicaciones pueden suceder: