Es una infección ósea. Es principalmente causada por bacterias u otros gérmenes.
La infección ósea casi siempre es causada por bacterias. Pero también puede ser provocada por hongos u otros gérmenes. Cuando una persona tiene osteomielitis:
En los niños, casi siempre están involucrados los huesos largos de los brazos o las piernas. En los adultos, los huesos de los pies, la columna (vértebras) y las caderas (pelvis) son los más comúnmente afectados.
Los factores de riesgo son:
Los síntomas de osteomielitis no son específicos y varían con la edad. Muchos síntomas incluyen:
Un examen físico muestra sensibilidad y posible hinchazón y enrojecimiento en la zona alrededor del hueso.
Las pruebas incluyen:
El objetivo del tratamiento es detener la infección y reducir el daño al hueso y los tejidos circundantes.
Se suministran antibióticos para destruir las bacterias que están causando la infección:
Se puede necesitar cirugía para extirpar el tejido óseo muerto si usted tiene una infección que no desaparece.
La infección que se presenta después de una artroplastia puede requerir cirugía para retirar la articulación reemplazada y el tejido infectado en la zona. En la misma operación, se puede implantar una nueva prótesis. Con mucha frecuencia, los médicos esperan hasta que la infección haya desaparecido.
Si tiene diabetes, será necesario que esté bien controlada. Si hay problemas con el riego sanguíneo a la zona infectada, como el pie, se puede necesitar cirugía para mejorar la circulación con el fin de eliminar la infección.
Con tratamiento, el desenlace clínico para la osteomielitis aguda generalmente es bueno.
El pronóstico es desalentador para aquellas personas con osteomielitis prolongada (crónica). Los síntomas pueden aparecer y desaparecer durante años, incluso con cirugía. Es posible que se requiera una amputación, especialmente en personas con diabetes o mala circulación.
El pronóstico para aquellas personas con una infección de la prótesis depende en parte de: