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Parálisis del nervio facial debido a un traumatismo durante el nacimiento

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La parálisis del nervio facial debido a un traumatismo durante el nacimiento es la pérdida del movimiento muscular controlable (voluntario) en la cara de un bebé, debido a la presión sobre el nervio facial, justo antes o durante el parto.

El nervio facial de un bebé se llama también llamado VII par craneal. Éste puede sufrir daño justo antes o en el momento del parto.

La mayoría de las veces, la causa se desconoce. Sin embargo, un parto difícil, con o sin el uso de un instrumento llamado fórceps, puede llevar a esta afección.

Algunos factores que pueden causar un traumatismo (lesión) durante el nacimiento abarcan:

  • Bebé de gran tamaño (se puede observar si la madre sufre de diabetes)
  • Embarazo o parto prolongado
  • Uso de anestesia epidural
  • Uso de un medicamento para inducir el parto y contracciones más fuertes

La mayor parte del tiempo, estos factores no conducen a una parálisis del nervio facial ni a un traumatismo al nacer.

La forma más común de parálisis del nervio facial debida a un traumatismo al nacer compromete únicamente la parte inferior de este nervio. Esta parte controla los músculos alrededor de los labios. La debilidad muscular se observa sobre todo cuando el bebé llora.

El recién nacido puede tener los siguientes síntomas:

  • Párpado que puede no cerrar en el lado afectado
  • La parte baja de la cara (por debajo de los ojos) parece desigual al llorar
  • La boca no baja de la misma manera en ambos lados al llorar
  • Ausencia de movimiento (parálisis) en el lado afectado de la cara (desde la frente hasta el mentón en casos graves)

Generalmente, un examen físico es todo lo que se necesita para diagnosticar esta afección. En contadas ocasiones, se necesita un estudio de conducción nerviosa. Este examen puede señalar la localización exacta de la lesión nerviosa.

No se necesitan exámenes imagenológicos del cerebro, a menos que el médico piense que hay otro problema (como un tumor o un accidente cerebrovascular).

En la mayoría de los casos, se vigila al bebé muy de cerca para ver si la parálisis desaparece por sí sola.

Si el ojo del bebé no se cierra por completo, se usarán un parche y gotas para proteger el ojo.

Se puede necesitar cirugía para aliviar la presión en el nervio. 

Los bebés con parálisis permanente necesitan terapia especial.

La afección generalmente desaparece por sí sola en unos pocos meses.

En algunos casos, se presenta parálisis permanente de los músculos en el lado afectado de la cara.

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