Es una afección cutánea que provoca enrojecimiento e irritación de la piel. La mayoría de las personas con psoriasis presentan parches gruesos, rojos y bien definidos de piel y escamas de color blanco plateado. Estos parches son llamados placas.
La psoriasis es muy común. Cualquiera puede tenerla, pero casi siempre comienza entre las edades de 15 y 35 años, o a medida que las personas envejecen.
La psoriasis no es contagiosa. Esto significa que no se transmite a otras personas.
La psoriasis parece transmitirse de padres a hijos.
Las células cutáneas normales crecen en lo profundo de la piel y suben hasta la superficie aproximadamente una vez al mes. Cuando una persona tiene psoriasis, este proceso ocurre en días en lugar de 3 a 4 semanas. Esto resulta en la acumulación de células muertas en la superficie de la piel, formando una acumulación de escamas.
Los siguientes factores pueden desencadenar un ataque de psoriasis o hacer que sea más difícil de tratar:
La psoriasis puede ser peor en personas con un sistema inmunitario debilitado, incluyendo personas con VIH/SIDA.
Algunas personas con psoriasis también tienen artritis (artritis psoriásica). Además, las personas con psoriasis tienen un mayor riesgo de padecer hígado graso y trastornos cardiovasculares, tales como enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
La psoriasis puede aparecer en forma repentina o lenta. Muchas veces, desaparece y luego se reactiva.
El síntoma principal de la afección son placas de piel irritadas, rojas y descamativas. Las placas se ven con mayor frecuencia en los codos, en las rodillas y en la parte media del cuerpo. Sin embargo pueden aparecer en cualquier parte, incluso el cuero cabelludo, palmas de las manos, plantas de los pies y los genitales.
La piel puede estar:
Otros síntomas pueden incluir:
Existen cinco tipos principales de psoriasis:
Su proveedor de atención médica generalmente puede diagnosticar esta afección observando la piel.
Algunas veces, se lleva a cabo una biopsia de piel para descartar otros trastornos posibles. Si tiene dolor articular, su proveedor puede ordenar exámenes por imágenes.
El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y prevenir una infección.
Hay tres opciones de tratamiento disponibles:
TRATAMIENTOS USADOS EN LA PIEL (TÓPICOS)
La mayoría de las veces, la psoriasis se trata con medicamentos que se aplican directamente sobre la piel o el cuero cabelludo. Estos pueden incluir:
TRATAMIENTOS SISTÉMICOS (GENERALIZADOS)
Si usted tiene una psoriasis muy intensa, su proveedor probablemente recomendará medicamentos que inhiban la respuesta inmunitaria defectuosa del cuerpo. Estos medicamentos incluyen metotrexato o ciclosporina. También se pueden utilizar retinoides, tales como acetretin.
Los medicamentos más nuevos, llamados biológicos, se emplean cuando otros tratamientos no funcionan. Los biológicos aprobados para el tratamiento de la psoriasis incluyen:
FOTOTERAPIA
Algunas personas pueden optar por hacerse fototerapia, la cual es segura y puede ser muy efectiva:
OTROS TRATAMIENTOS
Si usted tiene una infección, su proveedor le recetará antibióticos.
CUIDADO EN EL HOGAR
Seguir estos consejos en el hogar puede ayudar:
La psoriasis puede ser una afección de por vida que usualmente se puede controlar mediante tratamiento. Puede desaparecer durante períodos extensos y luego volver. Con el tratamiento apropiado, no afecta la salud general. Pero debe estar al tanto que existe un fuerte vínculo entre la psoriasis y otras afecciones, como la enfermedad del corazón.
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