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Quiste de Baker

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El quiste de Baker es una acumulación de líquido articular (líquido sinovial) que forma un quiste detrás de la rodilla.

El quiste de Baker es causado por la hinchazón en la rodilla. Dicha hinchazón se debe a un aumento del líquido que lubrica la articulación de la rodilla (líquido sinovial). Cuando la presión se acumula, el líquido oprime la parte posterior de la rodilla.

El quiste de Baker comúnmente ocurre con:

  • Una ruptura en el cartílago del menisco de la rodilla
  • Lesiones del cartílago
  • Artritis de la rodilla (en adultos mayores)
  • Artritis reumatoidea
  • Otros problemas de la rodilla que causan su inflamación

Un quiste grande puede causar algo de molestia o rigidez, pero generalmente no tiene ningún síntoma. Puede haber una hinchazón dolorosa o indolora detrás de la rodilla.

El quiste se puede sentir como un globo lleno de agua. Algunas veces, el quiste se puede abrir (romper) y causar dolor, inflamación y hematoma en la parte posterior de la rodilla y la pantorrilla.

Es muy importante saber si el dolor o la hinchazón es causada por un quiste de Baker o un coágulo de sangre. Un coágulo sanguíneo (trombosis venosa profunda) también pueden ocasionar dolor, hinchazón y hematoma en la parte posterior de la rodilla y la pantorrilla. Un coágulo de sangre puede ser peligroso y requiere atención médica inmediata.

Durante un examen físico, el proveedor de atención médica buscará una masa suave en la parte posterior de la rodilla. Si el quiste es pequeño, puede servir el hecho de comparar la rodilla afectada con la rodilla normal. Puede haber una disminución en el rango de movimiento causada por el dolor o el tamaño del quiste. En algunos casos, habrá presión, bloqueo, dolor u otros signos y síntomas de una ruptura de meniscos.

Proyectar una luz a través del quiste (transiluminación) puede mostrar que la masa está llena de líquido.

Las radiografías no mostrarán el quiste ni la ruptura de meniscos, pero revelarán otros problemas que pueden estar presentes, como la artritis.

Las resonancias magnéticas pueden ayudar al proveedor a visualizar el quiste y buscar cualquier lesión de meniscos.

Con frecuencia, no se necesita ningún tratamiento y el proveedor puede observar el quiste con el tiempo.

Si el quiste es doloroso, el objetivo del tratamiento es corregir el problema que lo está causando, como artritis o ruptura de meniscos.

Algunas veces, un quiste se puede drenar (aspirar). En casos excepcionales, se extirpa con cirugía si se vuelve excesivamente grande o causa síntomas. El quiste tiene una alta probabilidad de reaparecer si no se aborda la causa. La cirugía también puede causar daño a los vasos sanguíneos y nervios cercanos.

Un quiste de Baker no causará daño a largo plazo, pero puede ser molesto y doloroso. A menudo, los síntomas de este quiste son intermitentes.

La discapacidad a largo plazo es poco frecuente. La mayoría de las personas mejora con el tiempo o con cirugía artroscópica.

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