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Síndrome de la piel escaldada

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Es una infección de la piel (cutánea) causada por bacterias que la dañan y hacen que se desprenda.

El síndrome de la piel escaldada (SSS, por sus siglas en inglés) es causado por infección con ciertas cepas de las bacterias estafilococos. Las bacterias producen un tóxico que ocasiona daño a la piel. Dicho daño crea ampollas como si la piel estuviera escaldada. Estas ampollas pueden ocurrir en zonas de la piel lejos del sitio inicial.

Este síndrome se encuentra con mayor frecuencia en bebés y en niños menores de 5 años.

Los síntomas pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • Ampollas
  • Fiebre
  • Desprendimiento o muda de grandes zonas de piel (exfoliación o descamación)
  • Piel adolorida
  • Enrojecimiento de la piel (eritema) que se propaga hasta cubrir la mayor parte del cuerpo
  • La piel se desprende con sólo ejercer una presión suave dejando zonas rojas y húmedas (signo de Nikolsky)

El proveedor de atención médica llevará a cabo un examen físico y examinará la piel. El examen puede mostrar que la piel se desprende al frotarla (signo de Nikolsky positivo). 

Los exámenes pueden incluir:

  • Conteo sanguíneo completo (CSC)
  • Cultivos de piel, garganta y nariz, y sangre
  • Examen de electrólitos
  • Biopsia de piel (en casos raros) 

Se suministran antibióticos por vía oral o a través de una vena (intravenosa, IV)  para ayudar a combatir la infección. También se suministran líquidos intravenosos para prevenir la deshidratación. Se pierde mucha parte de los líquidos corporales a través de la piel abierta.

El uso de compresas húmedas en la piel puede brindar alivio. Se puede aplicar un emoliente con el fin de mantener la piel húmeda. La cicatrización comienza aproximadamente en 10 días después del tratamiento.

Se espera una recuperación total.

Las complicaciones que se pueden presentar incluyen:

  • Niveles anormales de líquidos en el cuerpo que causan deshidratación o el desequilibrio electrolítico
  • Control deficiente de la temperatura (en bebés)
  • Infección grave del torrente sanguíneo (septicemia)
  • Propagación a una infección cutánea más profunda (celulitis)
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