Es un trastorno poco frecuente que puede llevar a problemas con el desarrollo.
El síndrome de Williams se presenta cuando no se tiene una copia de varios genes. Se transmite de padres a hijos. Los padres pueden no tener ningún antecedente familiar de la afección. Sin embargo, las personas con este síndrome tienen un 50% de probabilidades de transmitirle el trastorno a cada uno de sus hijos. A menudo ocurre de manera aleatoria.
Uno de los 25 genes faltantes es el gen que produce la elastina, una proteína que permite que los vasos sanguíneos y otros tejidos corporales se estiren. Es probable que la falta de una copia de este gen ocasione el estrechamiento de los vasos sanguíneos, piel elástica y articulaciones flexibles que se observan en esta afección.
Los síntomas del síndrome de Williams son:
La cara y la boca de alguien con el síndrome de Williams pueden mostrar:
Los signos incluyen:
Los exámenes para el síndrome de Williams incluyen:
No existe cura para el síndrome de Williams. Evite tomar calcio y vitamina D adicionales. Trate un calcio alto en la sangre, si es el caso. El estrechamiento de los vasos sanguíneos puede ser un problema de salud importante. Se trata según lo grave que sea.
La fisioterapia ayuda a las personas que presentan rigidez articular. Asimismo, la terapia del lenguaje y del desarrollo también puede ayudar. Por ejemplo, tener habilidades verbales fuertes puede ayudar a compensar otras debilidades. Otros tratamientos se basan en los síntomas de la persona.
Puede ayudar el tener un tratamiento coordinado por un genetista con experiencia en este síndrome.
Alrededor del 75% de las personas con el síndrome de Williams tienen algo de discapacidad intelectual.
La mayoría no vivirá lo normal debido a varios problemas de salud y otras posibles complicaciones.
La mayoría de las personas requiere cuidadores de tiempo completo y a menudo viven en hogares de grupos supervisados.
Las complicaciones pueden incluir: