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Síndrome respiratorio agudo y grave (SARS)

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El síndrome respiratorio agudo y grave (SARS, por sus siglas en inglés) es una forma seria de neumonía. Es causada por un virus que se identificó por primera vez en el año 2003. La infección con el virus del SARS provoca una molestia respiratoria aguda (dificultad respiratoria intensa) y, algunas veces, la muerte.

El SARS es causado por un miembro de la familia coronavirus (la misma familia que puede causar el resfriado común). Se cree que la epidemia de 2003 empezó cuando el virus se propagó a partir de pequeños mamíferos en China.

Cuando alguien que padece SARS tose o estornuda, las gotitas infectadas se esparcen en el aire. Usted puede contraer SARS si inhala o toca estas partículas. El virus del SARS puede vivir en las manos, tejidos y otras superficies hasta por 6 horas en dichas gotitas y hasta 3 horas después de que las gotitas se han secado.

Aunque la transmisión por gotitas a través del contacto cercano causó la mayoría de los primeros casos de SARS, el SARS también podría diseminarse por medio de las manos y otros objetos con los cuales las gotitas hubieran tenido contacto. La transmisión a través del aire es una posibilidad real en algunos casos. Se han encontrado incluso virus vivos en las heces de personas con SARS, en donde se ha demostrado que vive hasta 4 días. El virus puede ser capaz de vivir por meses o años cuando la temperatura está por debajo del punto de congelación.

Con otros coronavirus, es común resultar infectado y luego enfermarse de nuevo (reinfección). Este también puede ser el caso con el SARS.

Los síntomas por lo general ocurren aproximadamente de 2 a 10 después de entrar en contacto con el virus. En algunos casos, el SARS comenzó más rápidamente o más lentamente después de este primer contacto. Las personas con los síntomas activos de la enfermedad son contagiosas. Pero no se sabe durante cuánto tiempo una persona puede ser contagiosa antes o después de que aparecen los síntomas.

Los síntomas principales son:

  • Tos
  • Dificultad respiratoria
  • Fiebre superior a 100.4°F (38.0ºC)
  • Otros síntomas respiratorios

Los síntomas más comunes son:

  • Escalofríos y temblores
  • Tos, generalmente comienza de 2 a 3 días después de otros síntomas
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares

Los síntomas menos comunes incluyen:

  • Tos que produce flema (esputo)
  • Diarrea
  • Mareo
  • Náuseas y vómitos
  • Rinorrea
  • Dolor de garganta

El proveedor de atención médica puede escuchar ruidos pulmonares anormales mientras ausculta el pecho con un estetoscopio. En la mayoría de las personas que padecen SARS, una radiografía o una tomografía computarizada del tórax muestran la presencia de neumonía que es típico del SARS.

Los exámenes utilizados en el diagnóstico del SARS podrían incluir:

  • Exámenes de sangre arterial
  • Exámenes de coagulación de la sangre
  • Análisis bioquímico de la sangre
  • Una radiografía o una tomografía computarizada de tórax
  • Conteo sanguíneo completo (CSC)

Los exámenes utilizados para identificar rápidamente el virus que causa el SARS incluyen:

  • Pruebas de anticuerpos para el SARS
  • Aislamiento directo del virus del SARS
  • La prueba de reacción en cadena de la polimerasa (RCP) para el SARS

Todos los exámenes actuales tienen algunas limitaciones y posiblemente con ellos no se pueda identificar fácilmente un caso de SARS durante la primera semana de la enfermedad, cuando es más importante.

Las personas que podrían tener SARS deben ser evaluadas inmediatamente por un proveedor. Si se sospecha que tienen la enfermedad, deben ser puestas en cuarentena en el hospital.

El tratamiento puede incluir:

  • Antibióticos para tratar las bacterias que causan la neumonía (hasta que se descarte una neumonía bacteriana o esta se presente además del SARS)
  • Medicamentos antivirales (aunque no se sabe qué tan bien funcionan para el SARS)
  • Dosis altas de esteroides para reducir la inflamación pulmonar (no sé sabe qué tan bien funcionan)
  • Oxígeno, soporte respiratorio (ventilación mecánica) o terapia de tórax

En algunos casos graves, se ha administrado la parte líquida de la sangre de personas que ya se han recuperado de esta enfermedad como un tratamiento.

No existe una evidencia sólida de que estos tratamientos funcionen bien. Hay evidencia de que el medicamento antiviral ribavirina no funciona.

En el brote del 2004, la tasa de mortalidad a causa del SARS fue del 9% al 12% para los casos diagnosticados. En personas de más de 65 años, dicha tasa fue superior al 50%. La enfermedad fue más leve en las personas más jóvenes.

En la población de personas mayores, muchas más personas estuvieron tan enfermas que necesitaron respiración artificial. E incluso más personas requirieron hospitalización en unidades de cuidados intensivos.

Las políticas de salud pública han sido efectivas en el control de los brotes. Muchos países han detenido la epidemia dentro de su propio territorio. Todas las naciones deben seguir atentas para mantener la enfermedad bajo control. Los virus en la familia coronavirus son conocidos por su capacidad para cambiar (mutar) con el fin de diseminarse entre los seres humanos.

Las complicaciones pueden incluir:

  • Insuficiencia respiratoria
  • Insuficiencia hepática
  • Insuficiencia cardíaca
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