Es un trastorno respiratorio que se observa poco después del parto en bebés que nacen cerca del término o a término.
A medida que el bebé crece en el útero, los pulmones producen un líquido especial. Este líquido llena los pulmones del bebé y los ayuda a crecer. Cuando el bebé nace a término, los químicos secretados durante el parto les ordenan a los pulmones suspender la producción de este líquido especial. Los pulmones del bebé comienzan a eliminarlo o reabsorberlo.
Las primeras respiraciones que el bebé toma después del parto llenan los pulmones con aire y ayudan a eliminar la mayor parte del líquido pulmonar restante.
El líquido restante en los pulmones provoca que el bebé respire rápidamente. Es más difícil que los pequeños alvéolos pulmonares permanezcan abiertos.
Es más probable que la taquipnea transitoria ocurra en bebés que:
Los recién nacidos con taquipnea transitoria presentan problemas respiratorios poco después de nacer, generalmente al cabo de 1 a 2 horas.
Los síntomas incluyen:
Los antecedentes de parto y embarazo de la madre son importantes para hacer el diagnóstico.
Los exámenes realizados en el bebé pueden ser:
El diagnóstico de la taquipnea transitoria casi siempre se hace después de monitorear al bebé por 1 o 2 días. Si la afección desaparece en ese tiempo, se considera transitoria.
Al bebé se le suministra oxígeno para mantener un nivel estable de este en la sangre. El bebé con frecuencia necesitará más oxígeno al cabo de unas cuantas horas después de nacer. Las necesidades de oxígeno del bebé comienzan a disminuir después de esto. La mayoría de los bebés con taquipnea transitoria mejoran en menos de 12 a 24 horas.
La respiración muy rápida puede llevar al bebé a alimentarse mal. Los líquidos y nutrientes se le administrarán por vía intravenosa hasta que el bebé mejore. El bebé también puede recibir antibióticos hasta que el proveedor de atención médica esté seguro de que no hay una infección. En raras ocasiones, los bebés con taquipnea transitoria tendrán problemas pulmonares que duran más o menos hasta una semana.
La afección casi siempre desaparece al cabo de 24 a 48 horas después del parto. En la mayoría de los casos, los bebés que han tenido taquipnea transitoria no tienen problemas posteriores a raíz de esta afección y no requerirán cuidados especiales ni controles distintos a los chequeos de rutina.
Los bebés que nacen casi a término (nacidos cerca de 2 a 6 semanas antes de la fecha estimada de parto) a través de una cesárea sin trabajo de parto pueden tener un riesgo de una forma más grave llamada "traquipnea transitoria maligna del recién nacido".
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