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Trastorno de personalidad antisocial

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Es una afección mental por la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo.

La causa de este trastorno se desconoce. Los genes de una persona y otros factores, como el maltrato infantil, pueden contribuir a su desarrollo. Las personas con padres antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los hombres resultan muchísimo más afectados que las mujeres. Esta afección es común en las personas que están en prisión.

El hecho de prender fuegos y la crueldad con los animales durante la infancia se ven con frecuencia en el desarrollo de la personalidad antisocial.

Algunos médicos creen que la personalidad psicopática (psicopatía) es el mismo trastorno. Otros creen que la personalidad psicopática es un trastorno similar pero más grave.

Una persona con trastorno de personalidad antisocial puede:

  • Ser capaz de actuar jovial y encantador
  • Ser buena para adular y manipular las emociones de otras personas
  • Quebrantar la ley constantemente
  • Descuidar su propia seguridad y la de los demás
  • Tener problemas de consumo de drogas
  • Mentir, robar y pelear con frecuencia
  • No mostrar culpa ni remordimiento
  • Estar a menudo enojado o ser arrogante

El trastorno de personalidad antisocial se diagnostica con base en una evaluación psicológica. El proveedor de atención médica considerará la historia y gravedad de los síntomas. Para recibir el diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial, una persona debe haber tenido problemas emocionales y de comportamiento (trastorno de conducta) durante la niñez.

El trastorno de personalidad antisocial es uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar. Las personas con esta afección normalmente no buscan tratamiento por su cuenta. Pueden iniciar una terapia únicamente cuando las obliga una corte. 

Los tratamientos conductuales, como los que recompensan el comportamiento adecuado y tienen consecuencias negativas para la conducta ilegal, pueden funcionar para algunas personas. También puede ayudar la psicoterapia.

A las personas con personalidades antisociales que tienen otros trastornos, como del estado de ánimo o de consumo de sustancias, también se las trata a menudo por estos problemas.

Los síntomas tienden a alcanzar su punto máximo durante los últimos años de la adolescencia y comienzos de los 20. Algunas veces mejoran por sí solos en el momento en que la persona llega a los 40 años.

Las complicaciones pueden incluir encarcelamiento, drogadicción, violencia y suicidio.

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