Es un problema en el cual el niño es incapaz de formar una relación normal o amorosa con otros. Es considerado como el resultado de no formar un vínculo con ningún cuidador cuando se es muy pequeño.
El trastorno de vinculación reactiva es causado por el maltrato o el descuido de las necesidades de un bebé con relación a:
Se puede descuidar a un bebé o a un niño cuando:
Un cambio frecuente en los cuidadores (por ejemplo, en orfanatos u hogares sustitutos) es otra causa de este trastorno.
En un niño, los síntomas pueden incluir:
El cuidador con frecuencia descuida en el niño:
Este trastorno se diagnostica con:
El tratamiento tiene dos partes. La primera meta es garantizar que el niño esté en un ambiente seguro donde tenga satisfechas sus necesidades físicas y emocionales.
Una vez que se ha logrado esto, el siguiente paso es modificar la relación entre el cuidador y el niño, en caso de que el primero haya causado el problema. Unas clases sobre destrezas con respecto a la crianza pueden ayudar al cuidador a satisfacer las necesidades del niño y establecer lazos afectivos con él.
Una asesoría puede ayudar al cuidador a solucionar los problema, como drogadicción o violencia familiar. Los servicios sociales de protección del menor deben hacer un seguimiento a la familia para constatar que el niño esté en un ambiente seguro y estable.
La intervención adecuada puede mejorar el pronóstico.
Sin tratamiento, esta afección puede afectar permanentemente la habilidad del niño de interactuar con otros. Esta puede estar relacionada con: