En pacientes con esclerosis múltiple de inicio en la infancia, la mayor abundancia de Blautia stercoris y sus variantes en el intestino conlleva incremento del riesgo de recaídas.
Sin embargo, no hubo diferencias generales en la composición bacteriana intestinal que se relacionaran con el riesgo de recaídas, según los investigadores. Los hallazgos se presentaron en el Congreso Conjunto de European Committee for Treatment and Research in Multiple Sclerosis-Americas Committee for Treatment and Research in Multiple Sclerosis (ECTRIMS-ACTRIMS) 2020, este año conocido como MSVirtual2020.[1]
Investigación previa ha mostrado asociación entre Blautia stercoris y la actividad patológica en otras enfermedades mediadas por factores inmunitarios como el lupus sistémico. Aunque el presente estudio es el más extenso en pacientes con esclerosis múltiple que incluye datos sobre el microbioma y recaídas, sus hallazgos requieren reproducción, señaló Mary Horton, candidata a doctorado en epidemiología por la University of California, en Berkeley, Estados Unidos.
Los microbios intestinales digieren alimento, producen vitaminas (por ejemplo, B12 y K), crean una barrera contra patógenos y regulan el sistema inmunitario, entre otras tareas. La mayor parte del conocimiento actual sobre el microbioma intestinal en la esclerosis múltiple proviene de estudios de pacientes con inicio en la edad adulta. En 2016, Tremlett y sus colaboradores observaron aumento en Desulfovibrionaceae y disminución en Lachnospiraceae y Ruminococcaceae en pacientes con inicio de esclerosis múltiple en la infancia. También encontraron que la disminución en Fusobacteria se relacionaba con riesgo de recaídas en esta población.
Horton y sus colaboradores analizaron las muestras de heces utilizando secuenciación de 16S ARNr de la región V4. Identificaron variantes de secuencia de amplicón, que se utilizan para definir especies de bacterias, con el DADA2 (Divisive Amplicon Denoising Algorithm-2). Se asignaron taxonomías utilizando el método clasificador Naive Bayes y la cifra de lectura se normalizó utilizando rarefacción múltiple.
Métodos analíticos modernos
Utilizando un tamaño de muestra más grande y métodos analíticos más nuevos que en el estudio de Tremlett y sus colaboradores, el grupo de Horton trató de determinar si las características del microbioma intestinal se asocian con recaídas.
De 2014 a 2018 los investigadores reclutaron 53 pacientes con esclerosis múltiple de inicio pediátrico en la University of California, en San Francisco, Estados Unidos, y seis centros de la U.S. Network of Pediatric EM Centers. Al inicio recolectaron muestras fecales, muestras sanguineas, información sobre recaídas previas, registros de medicación, características demográficas y factores ambientales. En cada recaída los investigadores recabaron información sobre el uso actual y pasado de medicación por el paciente, y sobre recaídas que había tenido desde la consulta previa.