Son pequeñas contracciones, involuntarias, que se producen en el músculo orbicular y afectan principalmente al párpado inferior. Seguro que si te hablo de un pequeño temblor en el párpado de segundos de duración, te suena. Esos temblores tienen un nombre: mioquimia palpebral. Son pequeñas contracciones, involuntarias, que se producen en el músculo orbicular y afectan principalmente al párpado inferior.
Aunque nosotros los notemos intensamente, los demás no suelen percibirlo porque el ojo no se llega a cerrar. Todavía no hay una causa definida pero sí se sabe que están relacionados con la fatiga, el estrés, la ansiedad, ciertos medicamentos o el consumo de sustancias estimulantes (cafeína y teína).
Aunque son molestos, muy pocas veces son señal de una enfermedad grave y, generalmente, se suelen producir de forma aislada.
A la mayoría de las personas les basta con descansar, lubricar el ojo y reducir el estrés y la ansiedad.
Sin embargo, hay quienes lo sufren durante varios días e, incluso, meses. ¿Cuándo debemos acudir al oftalmólogo? Siempre que se prolongue en el tiempo durante varias semanas o se acompañe de otros síntomas, por ejemplo que los ojos se cierren completamente de forma involuntaria o que implique el movimiento de otros grupos musculares faciales, como la mejilla.
El tratamiento dependerá de la intensidad e irá desde evitar los factores que pueden provocarlo (por ejemplo, evitar la cafeína si es el caso) a, en los pacientes más graves, inyectar toxina botulínica.