Algunas personas octogenarias son capaces de recordar eventos cotidianos y experiencias de vida de la misma forma que lo hace otra 20 a 30 años más joven. Son los llamados superagers, y representan una clave para avanzar en el envejecimiento saludable y en el estudio de las enfermedades asociadas al envejecimiento como las demencias, el alzhéimer o el párkinson.