Investigaciones recientes han revelado que la violencia puede dejar marcas genéticas en las personas afectadas, incluso antes de nacer. Este fenómeno se estudia a través de la epigenética, que analiza cómo factores ambientales, como el estrés extremo, pueden modificar la expresión de los genes sin alterar la secuencia del ADN.
Desde el herpes zóster hasta la densitometría ósea, los hallazgos clave de nuevos estudios significativos sobre la demencia dieron lugar a la tendencia clínica.
Incluso una exposición moderada a la luz durante el sueño perjudica la salud del corazón y aumenta la resistencia a la insulina, ya que el ritmo cardíaco aumenta y el cuerpo no puede descansar correctamente.
Según un nuevo estudio, el consumo de alcohol, incluso en niveles que la mayoría consideraría moderados (unas cuantas cervezas o copas de vino a la semana), también puede conllevar riesgos para el cerebro.
En pacientes con esclerosis múltiple de inicio en la infancia, la mayor abundancia de Blautia stercoris y sus variantes en el intestino conlleva incremento del riesgo de recaídas.
Los recuerdos a corto y a largo plazo se generan de forma simultánea y se almacenan respectivamente en el hipocampo y en la corteza prefrontal