El mercurio que se acumula en la carne del pescado podría ser menos peligroso de lo que la gente piensa, según unos científicos. El hallazgo, que podría ser una buena noticia para las mujeres embarazadas y los aficionados al pescado, indicaron que la estructura de las moléculas de mercurio podría hacerlas menos tóxicas para la gente, aunque los autores del estudio advirtieron que hacían falta más investigaciones.
Algunos de los más famosos especialistas de Estados Unidos están convencidos de que los carbohidratos deberían ser clasificados en buenos y malos, y que algunos alimentos como el puré de papas y el pan blanco deberían evitarse por ser sumamente perjudiciales. Sin embargo, otro grupo de nutricionistas igualmente afamados se ha manifestado en contra de ese principio. Para estos, las papas y otros alimentos con alto contenido en fécula son alimentos perfectamente respetables, señalan.
El hombre de la edad de piedra cambió una dieta de pescado por una de carne y vegetales tan pronto como vio la oportunidad, según investigadores de la Universidad de Bradford, en el norte de Inglaterra. "En Gran Bretaña sucedió muy rápidamente, en una generación o dos", dijo a Reuters el líder del equipo Michael Richards. "Esperábamos hallar un cambio gradual, pero ésta fue prácticamente una revolución dietética".
Aunque suene cómico, un parche ocular o unas gafas para el sol podrían leer la temperatura corporal y avisar sobre deshidratación. La nueva invención, desarrollada por un investigador de la Universidad de Yale, está destinada a hacer exactamente eso, dando a los atletas una lectura constante de la temperatura corporal para evitar la insolación y la falta de líquido.
Un equipo de investigadores de Islandia identificó un gen asociado con los accidentes cerebro-vasculares agudos, o derrames cerebrales, que constituyen la tercera causa de mortalidad en los países industrializados. Los derrames cerebrales constituyen la tercera causa de mortalidad en los países ricos. Las personas que tienen este gen, llamado PDE4D, corren un riesgo de tres a cinco veces mayor de sufrir un derrame cerebral.
Investigadores islandeses descubrieron un gen que determina si las personas son propensas a ser obesas o delgadas. Los científicos sospechaban hace tiempo la existencia de un determinante genético en la regulación del peso corporal. Ahora, la compañía de biotecnología islandesa deCODE genetics asegura haber aislado un gen específico que, en diferentes formas, tiende a hacernos tener sobrepeso o un peso menor del normal.