Basta una aplicación de un gel desarrollado mediante bioingeniería en el canal auditivo para curar una de las enfermedades más frecuentes y molestas de la infancia, las infecciones del oído medio u otitis.
La estimulación cerebral profunda es un tipo de tratamiento muy invasivo que se viene utilizando desde hace ya más de 25 años en el abordaje de enfermedades neurológicas graves, muy especialmente del párkinson. Una terapia que, básicamente, consiste en la ‘estimulación’ o activación de neuronas localizadas en regiones internas –o ‘profundas’– cerebrales mediante impulsos eléctricos generados por unos electrodos implantados en el cerebro.
Es posible que en un futuro la ecografía 3D pueda convertirse en una herramienta clave para identificar individuos con riesgo de enfermedad cardiovascular. Son las conclusiones del estudio PESA (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis) CNIC-Santander, que se publica en «The Journal of the American College of Cardiology», en el que se demuestra que la valoración de la cantidad de colesterol en la pared de diferentes arterias del organismo es, junto con los factores de riesgo tradicionales (colesterol, tensión arterial, diabetes, tabaco, ejercicio, obesidad), una herramienta muy valiosa para la estratificación del riesgo cardiovascular de una persona.
La taquicardia ventricular es un tipo de arritmia caracterizada por un incremento de las contracciones en los ventrículos del corazón. arritmia que, si bien significativamente menos frecuente que la fibrilación auricular –esto es, el tipo de arritmia más común, en este caso producida por unos latidos irregulares en las aurículas–, resulta mucho más peligrosa. Y es que, de dispararse, esta taquicardia puede derivar en una fibrilación ventricular, en la que corazón late de una manera muy rápida –más de 250 latidos por minuto– y totalmente descontrolada hasta que, finalmente, pierde la capacidad de contraerse y se detiene, lo que supone la muerte del paciente.
Ovario, hígado, pulmón, esófago, estómago, colon y recto, páncreas y mama. Hasta ocho tipos diferentes de cánceres al mismo tiempo. Eso es lo que detecta el ‘CancerSEEK’ o ‘Buscador de Cáncer’, una prueba de sangre no invasiva –biopsia líquida- basada en análisis combinados de ADN y proteínas. En más de 1000 pacientes, el método, el CancerSEEK, detectó los tumores con una sensibilidad del 69 % al 98 % (dependiendo del tipo de cáncer).
El cáncer de endometrio se corresponde con el tipo de tumor más frecuente en el útero. Un tipo de cáncer causado por la aparición de células malignas en el endometrio –esto es, la membrana mucosa que recubre la cavidad del útero– y entre el que cabe destacar, dada su gran mortalidad, el denominado de ‘tipo II’. Y es que si bien supone únicamente el 10-20% del total de casos de cáncer de endometrio –el 80% restante se corresponde al de ‘tipo I’, asociado al exceso de estrógenos en la postmenopausia–, es responsable de cerca del 40% de todos los decesos atribuibles a esta enfermedad.