Pueden ser “aparentemente simples” pero son “ineludibles” para la prevención el cáncer. Son diez medidas para tratar de reducir el riesgo de desarrollar los tumores más frecuentes en España, que han compartido los expertos del proyecto de Digitalización y Manejo de la Medicina Personalizada en Cáncer (DIPCAN).
El osteosarcoma es un tipo de cáncer en los huesos. Con mayor frecuencia comienza en un hueso de la pierna (ya sea en el fémur o en la tibia) en la área de la rodilla, o en el hueso de la parte superior del brazo (el húmero) cerca del hombro. El osteosarcoma puede expanderse (metastatizarse) a otras partes del cuerpo; con mayor frecuencia a los pulmones o a otros huesos.
Para muchos tipos de cáncer es más fácil tratar o curar el cáncer si se detecta temprano. Existen muchos tipos de cáncer diferentes, pero la mayoría de los cánceres comienzan con células anormales que crecen fuera de control, formando un bulto que se llama tumor. El tumor puede continuar creciendo hasta que el cáncer comienza a expanderse a otras partes del cuerpo. Si el tumor se encuentra cuando aún está muy pequeño, curar el cáncer puede ser fácil. Sin embargo, entre más tiempo pase sin que el cáncer sea reconocido, mayor será la probabilidad de que el cáncer se expanda. Esto hace que el tratamiento sea más difícil.
El melanoma intraocular, un cáncer poco común, es una enfermedad en la cual se encuentran células cancerosas (malignas) en la parte del ojo llamada la úvea. La úvea incluye el iris (la parte de color del ojo), el cuerpo ciliar (un músculo en el ojo) y la coroides (una capa de tejido en la parte posterior del ojo). El iris se abre y se cierra para controlar la cantidad de luz que entra en el ojo. El cuerpo ciliar cambia la forma del lente dentro del ojo para que pueda enfocarse.
Pequeñas diferencias químicas en la forma como reacciona nuestra piel a los rayos ultravioleta podrían explicar porqué los pelirrojos tienen más probabilidades de sufrir cáncer de piel. Según un estudio de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, la respuesta se encuentra en la melanina, el pigmento que da color a la piel y el cabello de la persona.
El uso regular de aspirina durante más de 10 años reduce el riesgo de cáncer en los intestinos, concluye una investigación a 82.911 mujeres por un periodo de más de 20 años. Las que habían tomado dos o más aspirinas por semana, o calmantes para el dolor similares, redujeron significativamente las posibilidades de padecerlo, asegura el estudio. Sin embargo, las dosis eran suficientemente altas como para aumentar el riesgo de hemorragia intestinal.