Avena, almendra, soja, arroz, coco, guisante… la multitud y variedad de estas bebidas se ha incrementado mucho en los últimos años. La soja fue la primera en aparecer y en su principio estaba destinada únicamente a una minoría de la población, entre las que destacan las personas con alergia a la proteína de leche, personas intolerantes o personas veganas.
Si hay algo que sabemos nada más escuchar el término «nutriente esencial» es que este no es algo que podamos elegir tomar o no, pues como su nombre indica, es un tipo de nutriente primordial e insustituible. Estos nutrientes son «aquellos que nuestro organismo no es capaz de sintetizar por sí mismo». Por ello, debemos ser nosotros los encargados de aportarlos a través de la alimentación.
¿Qué sería de la Navidad sin sus mantecados, polvorones, pestiños o su famoso roscón de reyes? Son dulces que “hibernan” durante todo el año para reaparecer cada doce meses como grandes figurantes de tan señaladas fechas.
Legumbres, cereales y verduras deben ser la base de la dieta vegana
Un aporte correcto de vitaminas A, C, D y E, y minerales como el zinc y el selenio, son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema inmunitario
El proceso de autofagia, que se fomenta en momentos de ayuno, sirve para «reciclar nuestros deshechos celulares»