La relación entre la alimentación y la calidad del sueño es fundamental para mantener un descanso reparador y revitalizante. La elección de los alimentos que consumimos antes de ir a la cama puede tener un impacto significativo en la facilidad para conciliar el sueño y en la calidad de nuestro descanso nocturno.
Esta versión es más rica en polifenoles y más baja en carne roja/procesada que la dieta mediterránea tradicional.
Esta estrategia de alimentación puede ayudar a perder peso y mejorar otros parámetros de salud, según algunos estudios, pero siempre bajo la vigilancia de un profesional sanitario.
Su consumo, pero sólo en las comidas, podría reducir los niveles de glucosa y evitar la diabetes tipo 2.
Obesidad y diabetes se ha demostrado que su relación se asocia principalmente a una dieta desequilibrada acompañada de sedentarismo. De hecho, la relación entre ambas es tan estrecha que se ha acuñado el término "diabesidad".
A medida que se envejece se duerme peor. Sin embargo, las razones de ello siguen siendo desconocidas.